Dos millones de personas son esperadas en Río la noche de este jueves en la playa de Copacabana, de las más emblemáticas en Brasil, donde se lanzarán 34.000 cohetes para festejar la llegada de 2016. El próximo año la ciudad organizará los primeros juegos olímpicos celebrados en América del Sur.
Los cohetes serán lanzados desde 11 lanchas a remolque ancladas a lo largo de la playa, durante un espectáculo que también incluirá samba, durará 16 minutos y consumirá 24 toneladas de fuegos artificiales.
Unos 2.215 policías fueron movilizados para este fin de año en Copacabana, 28% más que el año pasado, y cerca de 12.000 en todo el estado de Rio de Janeiro.
Las autoridades prevén unos 857.000 visitantes brasileños y extranjeros en Río para la San Silvestre, que harían ingresar a las arcas de la ciudad unos 687 millones de dólares, la cifra más elevada por ese concepto en cinco años, a pesar de la recesión que vive actualmente el país, séptima potencia mundial.
Saltar siete olas o comer 12 uvas con cada una de las campanadas de medianoche para que los deseos se cumplan, comer lentejas para «tener suerte y prosperidad» y no ingerir pollo «para evitar retroceder» son algunas de las supersticiones locales para este día.
En la madrugada, unos 1.300 basureros tomarán el relevo para limpiar la playa. El año pasado fueron recogidas en Copacabana unas 370 toneladas de basura.