En una Nochevieja acechada por temores de terrorismo, un incendio espectacular en un rascacielos de Dubái capturó la atención del mundo. Con pocas excepciones, las celebraciones continuaron y, aunque el fuego seguía ardiendo, la Oficina de Medios de Comunicación de Dubái afirmó en Twitter: «Los festejos por el Año Nuevo en Dubái continuarán según lo programado».
A medida que 2015 llega a su fin, muchos están deseando decir adiós a un año marcado por los ataques que sacudieron naciones enteras y dejaron los nervios a flor de piel.
En Bangkok, donde hace algunos meses ocurrió un letal atentado, la policía flanqueaba a los juerguistas. En París, los habitantes que se recuperan de los ataques múltiples que sufrió la capital francesa recientemente se preparaban para un festejo más moderado. Y en Munich la policía se mostró preocupada de que ocurra un atentado terrorista.
A continuación, un vistazo a cómo se despide el año en todo el mundo:
EMIRATOS ÁRABES UNIDOS
En la megalópolis de Dubái, un incendio estalló un par de horas antes de la medianoche en el hotel The Address, de 63 niveles, en la zona donde se preparaba una gran exhibición de fuegos artificiales.
El hotel de cinco estrellas se ubica cerca de Burj Jalifa, el edificio más alto del mundo con 828 metros (905 yardas). Al menos una persona sufrió un ataque al corazón a consecuencia del humo y la saturación de personas al evacuar, y 14 resultaron con heridas menores.
Los organizadores dijeron que en el Burj Jalifa se instalaron 400.000 luces LED y 1,6 toneladas de fuegos artificiales.
Escombros en llamas caían desde el edificio The Address mientras los camiones de bomberos arribaban. Se desconoce qué provocó el fuego. El edificio cuenta con 626 apartamentos de lujo y 196 habitaciones de hotel, de acuerdo con el Skyscraper Center, que lleva un registro de los rascacielos del planeta.
FRANCIA
El pueblo francés sigue recuperándose de los ataques del 13 de noviembre que dejaron 130 fallecidos en París, y las autoridades se prepararon para el peor escenario posible en la víspera de Año Nuevo. Alrededor de 60.000 policías y soldados fueron desplegados por todo el país, y los juerguistas dijeron que ello los hizo sentir más seguros.
El presidente Francois Hollande utilizó su tradicional discurso de la víspera de Año Nuevo para advertir que la amenaza terrorista sigue aún a su «nivel más elevado».
«El 2015 ha sido un año de sufrimiento y resistencia», afirmó. «Hagamos de 2016 un año de valentía y esperanza».
París canceló su tradicional espectáculo pirotécnico y lo sustituyó con un video de 5 minutos en el Arco del Triunfo justo antes de la medianoche, retransmitido a pantallas instaladas en los Campos Elíseos, donde la gente cantó.
La alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, dijo que el espectáculo era para «enviar al mundo el mensaje de que París sigue en pie, orgulloso de su estilo de vida y convivencia».
TAILANDIA
Menos de seis meses después de que una bomba casera dejó 20 muertos en el santuario Erawan de Bangkok, decenas de miles de personas celebraron el Año Nuevo en la misma intersección con música en directo y una cuenta regresiva.
Cerca de 5.000 policías vigilaron el lugar, que fue registrado previamente por expertos en desactivación de explosivos.
MALASIA
La seguridad fue reforzada en Kuala Lumpur, la mayor ciudad de Malasia, donde los fuegos artificiales dieron la bienvenida al Año Nuevo en una histórica plaza y en las afamadas Torres Petronas, unos de los edificios más altos del mundo.
FILIPINAS
La preocupación en Filipinas la víspera de Año Nuevo se enfocó en el uso de pirotecnia ilegal, una práctica que el año pasado dejó más de 850 heridos. Los centros comerciales y las ciudades organizaron espectáculos de fuegos artificiales para desanimar a los ciudadanos a encender los suyos propios.
Una procesión anual del Nazareno Negro, una estatua negra de Jesucristo hecha de madera, fue efectuada un día antes de lo usual el jueves con el fin de evitar lesiones debidas a las montañas de basura y fuegos artificiales sin estallar que quedan desperdigados por las calles de Manila tras las festividades del Año Nuevo.
JAPÓN
La fiesta de Año Nuevo es la de mayor importancia en Japón, y millones de personas se apiñaron en trenes para irse de las ciudades a sus localidades natales con el fin de disfrutar de platos de fideos, que simbolizan longevidad, mientras ven el concurso anual de canciones «Red and White» en televisión. A medida que se acercaba la medianoche, las familias se abrigaron para visitar los templos de barrio, donde enormes campanas de bronce reverberaban a través del frío.
Tokio estuvo bajo alerta por motivos de seguridad este año, con carteles en el metro y otros espacios públicos que advertían a la gente mantener los ojos abiertos para detectar paquetes o actividades sospechosos.
COREAS
Los surcoreanos celebraron la llegada de 2016 con tradicionales ceremonias de campanas, fuegos artificiales y actuaciones musicales y bailes al aire libre. Miles de personas, incluidos refugiados norcoreanos, se dieron cita en una localidad próxima a la frontera con la rival Corea del Norte para asistir a uno de estos actos y desear una unificación coreana pacífica.
En su mensaje de Año Nuevo, la presidenta surcoreana Park Geun-hye volvió a destacar que su gobierno está abierto al diálogo con su vecino, pero responderá con determinación a cualquier provocación de Pyongyang.
CIUDAD DEL VATICANO
En las últimas horas de 2015, el papa Francisco alentó a la humanidad a que preserve el recuerdo de hechos positivos para que pueda verse el triunfo de los gestos de bondad sobre «la prepotencia del mal».
Francisco presidió el jueves en la noche la oración de fin de año en la Basílica de San Pedro, donde meditó sobre la manera como los hombres a veces obedecen al impulso de «insaciable sed de poder y de violencia gratuita».
Dijo que es imposible olvidar «tantos días marcados por la violencia, la muerte, el sufrimiento impronunciable de tantos inocentes».
NUEVA ZELANDA
Nueva Zelanda, el primer país con un número importante de habitantes que entra en el Año Nuevo, recibió a 2016 con una cuenta regresiva en los segundos previos a la medianoche basándose en un reloj digital gigante instalado en la popular Sky Tower de Auckland. Se hicieron sonar bocinas y los asistentes lanzaron vítores cuando la torre se encendió con fuegos artificiales, con colores que cambiaban del verde al rojo y al blanco.
AUSTRALIA
Fuegos artificiales estallaron a lo largo del famoso puerto de Sydney, donde las personas se congregaron en balcones, parques y barcos en busca de la mejor vista.
Se esperaba que más de un millón de personas acudieran al brillante espectáculo, donde se vio una cascada multicolor con fuegos artificiales y efectos en forma de mariposas, pulpos y flores.
Las autoridades australianas, tratando de contener la amenaza extremista local, animaron a los juerguistas a disfrutar de la noche y les aseguraron que miles de policías estarían patrullando las principales ciudades.
«No cambien su forma de vida», dijo el alcalde de Melbourne, Robert Doyle, a los residentes de la ciudad. «No dejen que los eventos de todo el mundo cuestionen la forma en que vivimos».
CHINA
Las celebraciones oficiales para recibir 2016 tuvieron lugar en las inmediaciones de la Ciudad Prohibida de Beijing e incluyeron actuaciones y pirotecnia, y una de las televisoras más populares del país emitió una gala desde el Estadio Nacional, conocido también como Nido de Pájaro.
Por razones de seguridad, Shanghai cerró el metro cerca del paseo Bund frente al mar tras la estampida de la pasada Nochevieja en la que fallecieron 36 personas y que empañó la imagen de la metrópoli más próspera y moderna de China.
FRANJA DE GAZA
El gobierno islamista de Hamas, que rige la Franja de Gaza, prohibió los festejos de Año Nuevo en el enclave costero palestino. El portavoz policial Ayman Batniji dijo que hoteles y restaurantes pudieron celebrar fiestas en la víspera, o hacerlo el 1 de enero.
«Celebrar el Año Nuevo contradice las instrucciones de la religión islámica», apuntó Batniji. «Es una costumbre occidental que en Gaza no aceptamos».
EGIPTO
En El Cairo, la gente hizo a un lado sus temores por un creciente número de ataques extremistas en todo el país para darse tiempo de celebrar el Año Nuevo. Mohamed Yussef, un ingeniero que comenzará su servicio militar en algunos meses, acudió a una fiesta en una casa.
«No importa si me emplazan en el Sinaí o si me arrojan en el desierto occidental», afirmó. «No me importa si pierdo una pierna o mi vida. Esta noche, ¡bebemos y bailamos!».
En las pirámides de Guiza, cientos de personas se reunieron para un espectáculo de pirotecnia y luces a la medianoche.
KENIA
La policía de Kenia, que ha sufrido continuos ataques de insurgentes del grupo extremista al-Shabaab asentados en la vecina Somalia, pidió precaución mientras muchos se preparaban para recibir el Año Nuevo en hoteles y asistir a espectáculos de pirotecnia a medianoche. Se prohibieron los fuegos artificiales no autorizados como medida de seguridad «en vista de la elevada amenaza del terrorismo», apunta la policía.
BÉLGICA
Autoridades en Bruselas cancelaron los fuegos artificiales para despedir el año por temor a un ataque terrorista.
La decisión se tomó un día después de la detención de dos hombres relacionados con un supuesto plan para atentar contra policías, soldados y lugares populares de la ciudad durante las fiestas navideñas.
El alcalde, Yvan Mayeur, dijo que sería imposible controlar a los miles de asistentes que suelen celebrar el cambio de año en la ciudad.
ALEMANIA
El clima lluvioso obstaculizó los festejos por el Año Nuevo en Berlín, donde las medidas de seguridad fueron mayores que en años anteriores. De todas formas, miles de personas acudieron a ver varios minutos de fuegos artificiales en la Puerta de Brandenburgo.
En Munich la policía advirtió de una amenaza inminente de un atentado terrorista a medida que se acercaba la medianoche y ordenó el cierre de dos estaciones ferroviarias. Sin embargo, de todas formas miles de personas salieron a celebrar y ver los fuegos artificiales.
GRAN BRETAÑA
Se prepararon festejos en gran escala con fuegos artificiales en Londres, Edimburgo y otras grandes ciudades a pesar de una fuerte amenaza terrorista. La policía les recomendó a los juerguistas que no acudieran a los espectáculos si carecían de boleto y que estuvieran listos para que les registraran sus pertenencias.
BRASIL
Río de Janeiro arrancó su año olímpico con una fiesta en la playa de Copacabana a la que asistieron más de dos millones de personas, según cálculos de la policía. El espectáculo más popular de Año Nuevo en Brasil estuvo iluminado por 24 toneladas de fuegos artificiales durante casi 16 minutos. Para festejar el hecho de que Río será sede de los Juegos Olímpicos de verano en agosto, la música para los juerguistas incluyó melodías de Olimpiadas previas y canciones que rendían homenaje a la samba en su centenario.
Las autoridades de Río dijeron no estar tan preocupadas por el terrorismo como otras ciudades. La policía usó dos camiones de monitoreo para dar seguimiento a movimientos sospechosos durante la fiesta.
NUEVA YORK
Se espera que alrededor de un millón de personas acudan a Times Square para decir adiós a 2015. La fiesta comenzará con actuaciones musicales como las de Luke Bryan, Charlie Puth, Demi Lovato y Carrie Underwood, y terminará con fuegos artificiales y el descenso de una brillante bola de cristal desde el asta de una bandera en la azotea de uno de los edificios de la plaza.
En la zona habrá también cerca de 6.000 agentes de la policía de Nueva York, entre ellos varios miembros de una nueva unidad especializada en terrorismo.
LAS VEGAS
Las autoridades instan a quienes salgan a celebrar el año nuevo a dejar bolsos, mochilas y maletas en casa mientras la policía se prepara para recibir a los cientos de miles de personas que inundarán Las Vegas Strip. Esta advertencia no es obligatoria, pero se está haciendo especial hincapié en ello tras los ataques extremistas de París y San Bernardino.
Casi 1.000 agentes uniformados y un número no revelado de agentes de paisano están apostados en los casi 6,5 kilómetros (4 millas) de avenida llena de casinos.
Carolyn Goodman, alcaldesa de Las Vegas, lamentó la perspectiva de que el miedo pueda impedir que la gente festeje la llegada del Año Nuevo.
«No podemos permitir que eso sea lo que nos gobierne», afirmó.