El vigente campeón entró en un club exclusivo al igualar el registro de Jimmy Connors de cuartos de final seguidos en las grandes citas. Solo son superados por Roger Federer, con 36.
«Estos son los torneos que más importancia reciben y poder rendir al mejor nivel en los Grand Slams es algo de lo que me siento muy orgulloso y espero continuar», dijo Djokovic tras superar el domingo 6-3, 6-7 (1), 6-4, 4-6, 6-3 al francés Simon en el Abierto de Australia.
El rival de turno de Djokovic será el japonés y séptimo preclasificado Kei Nishikori, quien despachó 6-4, 6-2, 6-4 al francés Jo-Wilfried Tsonga (9).
Federer, cinco veces campeón en Australia, ganó el último partido de la jornada, imponiéndose con autoridad 6-2, 6-1, 6-4 ante el belga David Goffin (15) y en cuartos de final se las verá con el checo Tomas Berdych (6), victorioso 4-6, 6-4, 6-3, 1-6, 6-3 sobre el español Roberto Bautista Agut.
Los 100 errores no forzados del serbio Djokovic resultaron ser la estadística más llamativa de la jornada.
El serbio anticipó un partido reñido ante Simon, un contragolpeador infatigable, pero admitió que no podía recordar haberla pifiado tantas veces en un partido.
«No, no creo que haber estado tan cerca de los 100», dijo el número uno mundial. «En cuanto al nivel de mi juego, pues ha sido un partido para olvidar».
Fue el duelo más dramático de una séptima jornada que comenzó con las victorias en sets corridos de Serena Williams y Maria Sharapova para confirmar su cita en los cuartos de final, una reedición de la final del año pasado en el cuadro femenino.
Djokovic fue el siguiente en ingresar a la Rod Laver Arena. Tuvo que jugar durante 4 horas y 32 minutos, enfrascándose en intensos y largos peloteos con Simon.
Acto seguido, la polaca Agnieszka Radwanksa (4) remontó un 5-2 en el tercer set para imponerse 6-7 (6), 6-1, 7-5 ante la alemana Anna-Lena Friedsam, quien disputó los últimos dos games con lágrimas en los ojos y evidenciando problemas físicos. Friedsam tuvo que ceder un punto por infracción tras pedir asistencia médica por lo que parecieron ser calambres. Radwanska se medirá ahora con la española Carla Suárez Navarro, quien superó 0-6, 6-3, 6-2 a la australiana Daria Gavrilova.
Djokovic solo perdió un partido de Grand Slam el año pasado: la final del Abierto de Francia. Además, por sexto grande seguido, alcanzó la cuarta ronda sin ceder un set. Pese a todo, Djokovic reconoció que debería aceptar los consejos de los aficionados, al considerar su desprolija actuación.
Cuando era entrevistado en la cancha tras la victoria, alguien gritó desde las gradas que Djokovic debía renunciar a dejar pelotas en corto. Muchas veces lo hizo en momentos inoportunos y con una pésima ejecución.
«OK, gracias amigo», replicó Djokovic, quien aspira conquistar su sexto título en Australia. «Detesto decirlo, pero tienes toda la razón».
Simon afrontó el partido con apenas una victoria en 10 enfrentamientos ante Djokovic, pero creyó haber encontrado la fórmula de ganarle al serbio al obligarlo a disputar largos peloteos.
«Sé que había varios jugadores que querían que yo ganase este partido», dijo el francés de 31 años. «Muchos jugadores estarían más aliviados con Novak eliminado».
Ese es el mismo estatus de Williams entre las mujeres. La campeona de 21 grandes apenas empleó 55 minutos al vapulear 6-2, 6-1 a la rusa Margarita Gasparyan para confirmar otro duelo contra Sharapova, a quien ha vencido en 18 de 20 oportunidades.
Sharapova fijó un récord personal con sus 21 aces y acumuló 58 winners al vencer 7-5, 7-5 a la suiza Belinda Bencic.
La rusa Sharapova ganó partidos consecutivos ante Williams en 2004, pero ha perdido los siguientes 17 desde entonces. Se trata de una estadística que procura no tener en mente.
«He alcanzado los cuartos de final de un Grand Slam», dijo la campeona del Abierto de Australia de 2008. «Debo estar en condiciones de poder mejorar y superar lo hecho en las rondas previas. Sólo que será más difícil, especialmente ante Serena».