Tomando en cuenta el historial, Novak Djokovic parecería ser el favorito en su final del Abierto de Australia contra Andy Murray. Después de todo, el serbio está invicto en sus cinco finales previas en Melbourne Park, mientras que Murray ha perdido sus cuatro finales, en tres ocasiones ante Djokovic.
Pero Djokovic está muy consciente del peligro que representa el exceso de confianza, mientras busca ganar su 11er título de Grand Slam para empatar con Bjorn Borg y Rod Laver en el quinto puesto en la lista histórica. También igualaría la marca de Roy Emerson de seis coronas del Abierto de Australia.
«Cuando escucho predicciones positivas, por supuesto que halagan y que te dan confianza», dijo Djokovic el sábado. «Pero uno no se puede dejar llevar por eso. También te suman un enorme obstáculo mental, porque estás obligado a cumplir con las predicciones. Tienes que ganar y hacer que estas predicciones se cumplan».
Djokovic ya ha estado en esta situación. También era el favorito para ganar su primer título del Abierto de Francia el año pasado, cuando llegó a la final con una racha de 28 victorias, pero fue sorprendido por el octavo preclasificado Stan Wawrinka, quien le había ganado apenas tres veces en sus 20 duelos anteriores.
El primero del ranking mundial enfrenta a un oponente como Murray que está empeñado en conseguir la corona en Melbourne Park después de quedarse a un paso tantas veces, y que además quiere sumar su tercer trofeo de Grand Slam luego de ganar el US Open de 2012 y Wimbledon en 2013.
Esta será la novena final de un major para Murray.
«He estado en esa situación antes, en la que no he ganado torneos específicos, como Roland Garros, por ejemplo, contra jugadores dominantes allí como (Rafael) Nadal», dijo Djokovic. «Entiendo el deseo de ganar que existe. Por supuesto que no lo subestimo (a Murray), sin duda alguna».
Murray tampoco quiere pensar en el pasado. El escocés cree que puede derrotar a Djokovic el domingo si juega a su máximo nivel.
«Creo que no mucha gente espera que yo gane», comentó después de vencer a Milos Raonic en semifinales el viernes por la noche. «Pero las desilusiones anteriores, son solo un partido. En realidad no importa lo que haya sucedido en el pasado».
Ambos jugadores llegaron hasta la final sin muchas dificultades, aunque cada uno tuvo que superar un partido de cinco sets: Djokovic contra Gilles Simon en la cuarta ronda, y Murray ante Raonic en las semifinales.
Djokovic podría beneficiarse por tener un día adicional de descanso después de vencer a Roger Federer en semifinales el jueves, mientras que Murray tuvo que emplear cuatro horas para vencer a Raonic en un partido que no terminó hasta la medianoche del viernes.
Pero Murray estaba de vuelta en la cancha menos de 18 horas después para practicar con su entrenadora Amelie Mauresmo, y no parecía estar disminuido por el partido anterior.
Murray restó importancia al tiempo de recuperación, y recordó que el propio Djokovic se repuso después de un agotador duelo de cinco sets contra él en las semifinales del Abierto de Australia de 2012. Dos días después, el serbio derrotó a Nadal por el título.
«Obviamente no es ideal jugar los cinco sets, pero Novak también ganó aquí la vez que jugamos cinco horas, y luego jugó una final de seis horas», comentó. «Así que se puede hacer».