Decenas de personas resultaron heridas el martes en Hong Kong durante una operación de la policía que efectuó disparos de advertencia para dispersar a unos vendedores ambulantes, los incidentes callejeros más graves desde las manifestaciones pro democracia en 2014. Unos 90 policías fueron heridos por astillas de vidrio al igual que decenas de manifestantes, durante los incidentes que tuvieron lugar por la mañana temprano, cuando los habitantes de la excolonia británica festejaban el Año Nuevo chino.
Imágenes difundidas por la televisión mostraban a un agente apuntando con su arma hacia la muchedumbre, que lanzaba adoquines y palés de madera contra los policías y quemaba basura en medio de la calle.
Estos incidentes ocurrieron en Mongkok, barrio densamente poblado en la parte continental de Hong Kong.
La policía efectuó al menos dos disparos de advertencia al aire, algo muy raro en esta región semiautónoma de China, afirmaron varios medios de comunicación.
Los incidentes estallaron cuando la policía intentó dispersar a los vendedores ambulantes sin patente, entre ellos muchos chiringuitos de comida.
Los manifestantes, entre ellos miembros del movimiento «localista» que milita contra la influencia de Pekín en Hong Kong e, incluso, reclama a veces la independencia de la excolonia británica, intentaron defender a los vendedores, asegurando que estos participaban de los festejos de la llegada del Año Nuevo, el año del Mono, según el horóscopo chino.
En las redes sociales los internautas acuñaron la expresión «revolución de las albóndigas de pescado», en alusión a una especialidad culinaria local de mucha venta en las calles.
El jefe de la policía de Hong Kong, Stephen Lo, justificó los disparos de advertencia porque fueron efectuados para defender a un colega herido que estaba siendo agredido.
«No quedaba otra opción que efectuar los disparos según los principios que reglamentan el uso de la fuerza», declaró Stephen Lo, que anunció la apertura de una investigación administrativa.
Según la policía, 54 personas de 15 a 70 años de edad fueron detenidas por perturbar el orden público o provocar golpes y heridas contra agentes policiales.
El jefe de gobierno de Hong Kong, Leung Chun-yin, «condenó firmemente esos actos de violencia».
«Hubo disturbios a primera hora en Mongkok. Algunos cientos de alborotadores atacaron a los policías y a los medios de comunicación», declaró a la prensa Leung Chun-yin.
Cuatro periodistas fueron heridos, uno de ellos recibió un ladrillo lanzado por los manifestantes, declaró la Asociación de Periodistas de Hong Kong en su página Facebook.
Imágenes del canal de televisión TVB mostraban la agresión sufrida por un cámara mientras filmaba la manifestación.
El jefe de gobierno de Hong Kong declaró que el espectáculo de fuegos artificiales previsto para la noche de Año Nuevo, que reúne a decenas de miles de personas, se llevará a cabo.
La policía anunció que iba a reforzar el dispositivo de seguridad previsto para esa noche.
Los enfrentamientos tuvieron lugar en momentos en que los habitantes de la isla temen una erosión de las libertades tras el extraño caso de la desaparición de cinco editores en distintos lugares y que podrían estar en manos de la policía del continente.
Uno de ellos desapareció en Hong Kong, donde la policía del continente no tiene autorización legal para operar.
En 2014 la excolonia británica registró la crisis política más grave desde su retrocesión a China en 1997.
Los incidentes más violentos en esa ocasión se habían registrado en el barrio de Mongkok, en la península de Kowloon.
Decenas de miles de manifestantes paralizaron varios barrios de la ciudad para exigir un verdadero sufragio universal para la designación del próximo jefe de gobierno.
A pesar del eco internacional de la protesta, el gobierno de China desbarató la protesta sin hacer ninguna concesión.