Las autoridades californianas anunciaron este jueves haber logrado contener temporalmente la masiva fuga de gas metano que llevaba descontrolada desde octubre en una localidad al noroeste de Los Ángeles, California. «Hemos controlado temporalmente el escape de gas del pozo fisurado y hemos comenzado el proceso para sellarlo y poder detenerlo de forma permanente», explicó en un comunicado Jimmie Cho, vicepresidente de operaciones de la compañía SoCalGas.
El fin de la fuga en el pozo del cañón Aliso, situado en la ciudad de Porter Ranch, «será declarado cuando la entidad estatal del petróleo y los recursos geológicos (DOGGR, por sus siglas en inglés) confirme que está totalmente sellado», agregó.
La empresa comenzó a perforar un pozo de emergencia el 4 de diciembre para poder acceder al derrame.
Dos días más tarde, el gobernador de California, Jerry Brown, proclamó el estado de emergencia ya que el metano es 80 veces más nocivo para la capa de ozono que el dióxido de carbono.
Aunque no supone un peligro para la salud, los daños al ecosistema serán graves por las emisiones de gas de efecto invernadero que provoca.