Dos madres de familia, kurdas de Siria, afirmaron este jueves a la prensa a su llegada a la isla griega de Lesbos desde las costas turcas haber sido separadas en la travesía de sus hijos, que fueron llevados de vuelta a Turquía. El hecho se produjo durante una operación de interceptación llevada a cabo por los guardacostas turcos.
La misión en Lesbos del Alto Comisionado para los refugiados de la ONU (ACNUR) ha iniciado una verificación de los hechos.
Según el relato de las mujeres a la prensa, incluida la AFP, una de ellas fue separada de cinco niños de 7 a 14 años y la otra de dos niños.
Aseguran que la embarcación que las llevaba fue interceptada en aguas turcas por guardacostas turcos, que empezó a embarcar a los pasajeros, incluidos los niños, para volver a llevarlos a tierra firme del lado turco.
Pero durante la operación el piloto de la embarcación de migrantes aceleró para escapar a los policías turcos, separando de hecho a las familias.
El barco de migrantes fue luego interceptado en mar por la policía portuaria griega que lo condujo a Lesbos donde las mujeres –una de ellas, embarazada– relataron los hechos.
Según el ACNUR en Grecia, las separaciones de las familias no son raras en el actual flujo migratorio, tanto en los peligrosos viajes desde la costa turca como luego en el periplo posterior de los refugiados hacia Europa del norte.
Según la agencia de coordinación policial Europol, más de 10.000 niños migrantes no acompañados han desaparecido en Europa desde enero de 2014 tras haber sido registrados a su llegada. Son víctimas potenciales de comercio sexual.