Gianni Infantino afirmó el miércoles que la FIFA puede costear su promesa de repartir 1.000 millones de dólares entre las federaciones nacionales si gana la elección presidencial, y rechazó la acusación desu principal oponente, el jeque Salman, de que esa medida llevaría al organismo a la bancarrota.
En una entrevista con The Associated Press, Infantino insistió que puede reparar la reputación del organismo, maltrecha por varios escándalos de corrupción, para atraer patrocinadores que financien su propuesta de campaña de aumentar las subvenciones a las 209 federaciones.
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«Las 209 asociaciones (nacionales) pueden estar seguras que mi promesa no sólo es viable, sino que es fácil de implementar, y que la FIFA tendrá más estabilidad financiera que nunca», dijo Infantino el miércoles, a dos días de la votación. «Mi objetivo también es incrementar los ingresos de la FIFA. Creo que mi historial en la UEFA en ese sentido habla por sí solo».
El secretario general de la UEFA ofreció a cada miembro de la FIFA cinco millones de dólares para invertir en proyectos de desarrollo y costos operacionales, un enorme aumento de los 2,05 millones que cada federación recibió en el período entre 2011-14. Además, ofreció otro millón adicional, en caso de que lo necesiten, para financiar viajes.
Adicionalmente, cada una de las seis confederaciones recibiría 40 millones de dólares para invertir en proyectos de desarrollo, mientras que las regiones de Asia, Africa, Centroamérica y el Caribe pueden solicitar otros cuatro millones para organizar torneos juveniles.
El jeque Salman, líder de la confederación de Asia y principal retador de Infantino, dijo el miércoles a la AP que la FIFA «quedaría en bancarrota en tres años» si Infantino reparte tanto dinero en momentos en que el organismo atraviesa problemas financieros. Salman, quien es miembro del comité de finanzas, advirtió que la institución encara un déficit de 560 millones para el ciclo mundialista de 2015-18, y tendrá que utilizar parte de sus reservas de 1.523 millones para mantenerse a flote.
«Una vez se recuperen la imagen y la reputación de la FIFA, será más fácil generar más ingresos y tendremos más fondos a nuestra disposición para el desarrollo del fútbol, que debería ser la base de la FIFA», dijo Infantino en respuesta al señalamiento de Salman.
Como principal administrador del fútbol europeo, Infantino se aseguró que la UEFA superara la crisis económica mundial después de 2008, y de paso triplicara sus ingresos.
«Si algo que sé hacer es sacar cuentas», indicó el suizo, que trabaja en la UEFA desde 2000, y es su secretario general desde 2009. «Sé cuánto cuesta organizar una Copa del Mundo, porque sé cuánto cuesta organizar una Euro. Sé cuánto cuesta administrar una organización como la FIFA, porque sé cuánto cuesta administrar una organización como la UEFA, que tiene un tamaño similar».
«Cuando propongo estas cosas, y cuando propongo fondos para desarrollo y subvenciones, no sólo estoy seguro y confiado de que puede ser factible, sino que será fácil de implementar. Es fácil distribuir 1.200 o 1.300 millones cuando generas 5.000 millones. Mi meta es hacer mucho más, mi meta es repartir el 50 por ciento de los ingresos de la FIFA entre las asociaciones nacionales».
Infantino se postuló como candidato cuando la candidatura del presidente de la UEFA, Michel Platini, se descarriló por su suspensión por ocho años por recibir un pago antiético de parte de la FIFA en 2011.
Ahora Infantino incluso utiliza el mismo lenguaje que el ex futbolista francés, quien consideraba que era su destino ser presidente de la FIFA después de retirarse de las canchas.
«Hasta hace cinco meses, nunca consideré estar en esta campaña, pero era el destino», dijo Infantino. «Era mi destino hacerlo, y cuando me dedico a algo, lo hago al 200 por ciento».