La primera encuesta presentada por M&R Consultores refleja que en la mayoría de la población existe entusiasmo por asistir a votar, y ejercer ese derecho al sufragio con un 76.2 por ciento, un porcentaje alentador de cara a las elecciones nacionales en noviembre.
Si las elecciones fueran hoy, los encuestados votarían por el partido Frente Sandinista de Liberación Nacional quien obtuvo un 65.4 por ciento de intención de votos, lejos del partido liberal independiente que le sigue con apenas el 5.4 por ciento.
Aunque aún no hay candidatos presentados oficialmente, entre las personalidades con mayor aceptación y que los consultados ven con agrado es el presidente Daniel Ortega, quien obtuvo un 92.3 por ciento.
Otro de los datos relevantes y que facilitará el proceso electoral es que el 91 por ciento de la población tiene su cédula de identidad y que el 83.2 por ciento esta a favor de la observación electoral. El partido que refleja mayor nivel de confianza sigue siendo el FSLN.
Esta encuesta se realizó bajo el formato de caja negra, donde los consultados recibieron una boleta de simulación electoral y fue cara a cara, en la que participaron hombres y mujeres entre los 16 a 20 años que por primera vez participarían en elecciones.
Todos los resultados de la encuesta se pueden resumir en que el partido Frente Sandinista tiene un peso político muy alto en Nicaragua y con un techo de casi el 70 por ciento.
El gerente general de la encuestadora M&R, Raúl Obregón, dijo que después de esos datos la población refiere que no votarían por un partido sino por aquella fuerza política que les resuelve sus problemas como la pobreza, el desempleo, acceder a los productos de la canasta básica y crear las condiciones para que los nicaragüenses no salgan fuera del país a buscar trabajo.
Obregón asegura que la población quiere trabajar, salir adelante, y votar el próximo noviembre pero principalmente han puesto sus esperanzas en el comandante Daniel Ortega.
La abstención según la encuesta cada vez más desciende a un 20 por ciento, cifra que podría cambiar cuando se acerque más el proceso electoral.