Unos 1.500 refugiados e inmigrantes que consiguieron el lunes franquear la frontera greco-macedonia, cerrada desde hace una semana, fueron devueltos a Grecia, afirmaron las autoridades macedonias, mientras que Atenas mostraba su sorpresa por el desenlace. «Ayer tuvimos un importante grupo de migrantes ilegales que consiguieron franquear la frontera cerca de la aldea de Moin (…) Sin incidentes ni uso de la fuerza, fueron bloqueados y esta mañana fueron devueltos a Grecia» afirmó a la AFP Toni Janevski, portavoz del ejército macedonio.
La policía macedonia calculó que los inmigrantes que consiguieron forzar su entrada eran unos 1.500. Otros 600 fueron detenidos antes de cruzar. Todos ellos provenían del campo de Idomeni, situado en lado griego.
«Casi todos los refugiados» que llegaron a Macedonia «volvieron a través de puntos fronterizos sin vigilancia» explicó una fuente policial griega en Idomeni.
Esas expulsiones sorprendieron claramente a las autoridades griegas, que afirmaban horas antes que unos 700 refugiados e inmigrantes seguían bloqueados en Macedonia, y que estaban dispuestas a examinar su readmisión si Skopje se lo pedía.
«No hemos recibido ninguna demanda en ese sentido, y no hubo ningún retorno a través de los puntos de cruce oficiales» indicó una fuente gubernamental griega a la AFP.
Pero «hemos constatado que hubo gente que volvió a través de pasos no legales» añadió.
«Los soldados macedonios nos han repartido en grupos de 100. Nos han metido en camiones militares, nos han conducido a 10 minutos de Idomeni, donde la barrera fronteriza está rota, y nos han devuelto a partir de ahí» explicó a la AFP, bajo anonimato, un refugiado sirio de regreso de Idomeni.
El grupo empezó a caminar el lunes desde Idomeni y franqueó un río para cruzar la frontera.
Según las autoridades griegas, los migrantes recibieron folletos escritos en árabe, en los que se indicaba, con mapas e inscripciones en árabe, la ruta a seguir.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, denunció la actitud «criminal» de los organizadores de ese intento de entrada a la fuerza en Macedonia, y pidió a los migrantes que abandonen esta ruta hacia el norte de Europa.
«Ayer vivimos una situación inaceptable» en Idomeni, donde hay unas 12.000 personas, cuando varios desconocidos «haciéndose pasar por voluntarios» alentaron a refugiados y migrantes a entrar a la fuerza en Macedonia «arriesgando su vida», explicó.
La justicia griega ha abierto una investigación, y las primeras sospechas apuntan a activistas pro-refugiados extranjeros, en particular alemanes.
La situación en Idomeni «es trágica, pero la gente debe escuchar a las autoridades y seguir las vías legales» de repartición de los inmigrantes en toda Europa, explicó Tsipras.