Tras casi seis horas de excavación, las autoridades recuperaron los cadáveres de cuatro hombres y una mujer desaparecidos desde el Viernes Santo en Santo Tomás, El Salvador. Algunos de los cuerpos estaban atados de sus manos y no se descarta que fueron torturados.
Las tareas de recuperación de los cadáveres encontrados en una tumba clandestina en el cantón Flor Amarilla, en Santo Tomás, al sur de San Salvador, iniciaron ayer poco después de las 10:00 de la mañana.
Unas 25 personas entre policías, investigadores y militares con palas, picos, piochas, guantes y agua envasada, dirigidas por el criminalista de la Fiscalía, Israel Ticas, se internaron en una zona escabrosa a unos dos kilómetros de la calle vecinal del cantón Flor Amarilla para dar con el cementerio donde yacían los restos de las cinco personas.
Los jóvenes encontrados fueron identificados por sus familias como José Ángel, de 15 años, Jesús Antonio, de 30 años, Yimi Ernesto, de 17 años, Gabriela Vanessa, de 20 años, y Gerson Alexander todos apellido Saldaña.
Las víctimas son hermanos, excepto Jesús Antonio, quien era sobrino de los demás y con su muerte deja a dos niños de dos años en la orfandad.
Familiares afirmaron este domingo que los muchachos estaban debajo de una ceiba situada al frente de la parroquia esperando que pasara el Santo Entierro cuando sujetos de pandillas los raptaron.
Después de ese momento, la familia no ha cesado de buscarlos en delegaciones policiales, hospitales y Medicina Legal sin tener información de ellos. Para los padres estos nueve días han sido difíciles, de mucho sufrimiento, angustia y zozobra al no saber del paradero de los muchachos.
Desde el día que desaparecieron hemos vivido una incertidumbre inmensa, yo me la paso llorando, hay noches que no duermo, se me olvida hasta la hora de comer, afirmó una de las madres.
El caso ha despertado un gran temor y desconfianza en el grupo familiar, al grado que no dejan salir a sus hijos para según ellos, evitar que vayan a correr la misma suerte.
Lamentó que en la búsqueda de sus seres queridos, sus vecinos no les hayan colaborado a ubicarlos adonde vieron que se lo llevaron, seguramente por el temor que crean estos grupos.
Hemos andado por todos lados, en El Salvador, Olocuilta , San Marcos, hasta el sábado que nos cayó una llamada que habían encontrado una tumba y que nos avisarían si se trataba de nuestros familiares, explicó.
Los parientes ya estaban resignados de que los desaparecidos estuvieran muertos y su esperanza, ahora es darles cristiana sepultura.
La fiscal del caso dijo que el sábado ubicaron el lugar donde al parecer permanecían los cinco cadáveres.
Por la coordinación que había que hacer con el criminalista Israel Ticas y con investigaciones de la Policía, el procedimiento se dejó para ayer domingo.
La fiscal dijo no tener evidencia que indique que los jóvenes pertenecieran a pandillas; sin embargo, pudieron haber sido víctimas de ellas.
Investigaciones preliminares revelan que hace tres meses salió de la cárcel un peligroso cabecilla de la Mara Salvatrucha y desde su llegada al sector cantón Caña Brava, colindante con Flor Amarilla, la zona se volvió violenta.
Aseguran que desde su llegada han desaparecido varios jóvenes, quienes no descartan hayan sido asesinados por orden de ese sujeto.
Los vecinos temen que en ese sector donde las autoridades recuperaron los cinco cadáveres, hayan más personas asesinadas y enterradas en tumbas clandestinas. En la zona hay denuncias de otras desapariciones.