Después de casi tres semanas de intensa búsqueda, las autoridades belgas anunciaron el sábado que finalmente identificaron al huidizo «hombre del sombrero» visto con los dos atacantes suicidas que se volaron con explosivos en el aeropuerto de Bruselas: se trata de Mohamed Abrini, también implicado en los ataques en París.
La Fiscalía Federal de Bélgica indicó que Abrini, recientemente detenido, confesó ser el hombre vinculado con los atacantes suicidas de Bruselas que llevaba un chaleco y un sombrero, cuya imagen difundieron ampliamente las autoridades. Abrini, que estaba prófugo, fue el último sospechoso identificado en los ataques del 13 de noviembre en París.
«Después de confrontar los resultados de diversos análisis de los peritos, él confesó su presencia en el lugar del crimen«, informó la fiscalía en un breve comunicado.
La revelación de que un implicado en los ataques de París escoltó a dos de los agresores suicidas en Bruselas al lugar donde se quitarían la vida en el aeropuerto de la ciudad es el indicio más firme a la fecha de que los atacantes del grupo Estado Islámico que causaron caos en ambas ciudades europeas con un total de 162 muertos tenían una relación muy estrecha.
Abrini, de 31 años, fue uno de cuatro detenidos a los que se acusó el sábado de «participar en actos terroristas» relacionados con las explosiones del 22 de marzo en Bruselas que dejaron 32 muertos y 270 heridos en el aeropuerto y el metro de la ciudad.
Los fiscales dijeron que Abrini, un delincuente de poca monta con nacionalidades belga y marroquí al que se detuvo el viernes durante una redada de la policía de Bruselas, tiró su chaleco en un contenedor de basura y vendió su sombrero después de los ataques del 22 de marzo.
Los fiscales no respondieron a las llamadas de The Associated Press para solicitarles mayores detalles. Un abogado de Abrini no pudo ser localizado el sábado por la noche para que hiciera declaraciones sobre el particular.
Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran a Abrini en la caravana con los atacantes que se dirigían a París antes de la masacre del 13 de noviembre que dejó 130 personas muertas y centenares heridas en la capital francesa.
En Bruselas, Abrini fue amigo de la infancia de los hermanos Salah y Brahim Abdeslam, ambos implicados en los ataques de París, y tenía vínculos con Abdelhamid Abbaoud, el jefe del grupo de atacantes de París que murió poco después durante una operación policial francesa.
Brahim Abdeslam se voló con explosivos durante los ataques en París mientras que Salah Abdeslam fue arrestado el 18 de marzo en Bruselas, cuatro días antes de los atentados en la capital belga tras una búsqueda de cuatro meses.
Las huellas dactilares y ADN de Abrini fueron detectados no sólo en el automóvil Renault Clio utilizado en los ataques de París, sino también en un apartamento en el vecindario Schaerbeek de Bruselas que utilizaron los atacantes del aeropuerto.