Ratones de laboratorio que pasaron solamente dos semanas en órbita muestran tempranas señales de problemas de hígado al retornar a Tierra, aumentando la preocupación sobre las consecuencias que pueda tener para el hombre una larga permanencia en el espacio, señalaron investigadores en un estudio publicado el miércoles.
La NASA ya estudia los efectos a largo plazo de los viajes espaciales sobre el cuerpo humano y recientemente envió a uno de sus astronautas veteranos, Scott Kelly, en una misión de 340 días en la Estación Espacial Internacional (ISS), junto a un cosmonauta ruso.
«Antes de este estudio no teníamos mucha información sobre el impacto de los viajes espaciales sobre el hígado«, dijo Karen Jonscher, principal autora del estudio, profesora asociada de anestesiología y médica del Anschutz Medical Campus de la Universidad de Colorado.
«Sabíamos que los astronautas con frecuencia retornan con síntomas de diabetes, pero normalmente se resuelven rápidamente», agregó.
Los ratones pasaron 13 días y medio a bordo de la nave Atlantis en 2011, luego de lo cual los investigadores constataron el desarrollo de algunas células que pueden dañar el hígado a largo plazo, incremento de la grasa en el órgano e indicadores de comienzos de fibrosis.
«Si un ratón muestra crecientes señales de fibrosis sin un cambio de dieta en 13,5 días, ¿qué le puede pasar al hombre?», preguntó Jonscher.
«Si esto es un problema o no, es una pregunta abierta», agregó.
La investigación es reproducida en la publicación PLOS ONE.