Cinco años después del casamiento, el vestido continúa causando polémica. La modista británica Christine Kendall quien tiene su estudio en la ciudad de Hertfordshire, en Inglaterra, emprendió acciones legales contra la casa de moda Alexander McQueen por violar sus derechos de autor.
El vestido, hecho a mano en el estudio de McQueen en Londres fue diseñado por Sarah Burton, y se mantuvo en total secreto hasta el día del casamiento en la abadía Westminster el 29 de abril de 2011.
Kendall afirma haber presentado los bocetos a la duquesa de Cambridge. Estos mismos habrían sido utilizados por Sarah Burton, directora creativa de la firma Alexander McQueen, para crear el vestido que Middleton usó el día de su boda con el príncipe William.
Las alegaciones de Kendall fueron descartadas por la firma británica, como ya lo habían sido cuando la modista entró en contacto por primera vez con la marca, 14 meses después de la boda.
La casa de Alexander McQueen reafirmó en un comunicado: «Sarah Burton nunca vio los diseños de Kendall, y no la conocía antes de que se pusiera en contacto con nosotros. El reclamo es ridículo».
Un vocero de Kate Middleton señaló al Sunday Times que la duquesa nunca vio el trabajo de la Kendall.
Por su parte, el representante legal de Christine Kendall afirmó que la acusación era pertinente, pues su cliente estaba segura de que su diseño había sido tomado y copiado.