Esa temida conversación con tu jefe puede ser más sencilla y efectiva de lo que pensabas Te damos unos tips y además Cristina Saralegui también te da otro consejo.
Si estás comenzando a pensar que mereces un aumento de sueldo en tu trabajo, es porque probablemente lo mereces. Sin embargo, de solo imaginar estar sentados frente a nuestros jefes puede ponernos los pelos de punta.
Pues no esperes mucho; un reciente artículo de la escuela de negocios de Harvard discutió este tema y advierte que si no lo solicitas antes de tiempo, puedes perder entusiasmo por tu trabajo y comenzarás a fallar en tu puesto. Y aunque no tengas la confianza para hablarlo ahora, puedes revisar los consejos que te daremos a continuación para que reconozcas cual es tu valor dentro de la empresa y aprendas a venderte mejor. Así es como lograrás ese nuevo salario:
Desarrolla un sentido de urgencia.
Puede parecer arriesgado pedir un aumento, pero si sientes que lo mereces, atrévete, da un paso adelante y pídelo. Si lo continúas posponiendo, a la larga la insatisfacción puede infiltrarse a través de palabras o hechos y perjudicar todo el trabajo y la reputación que construiste todo este tiempo.
Haz una investigación del mercado en el que te desenvuelves.
Averigua lo que otras empresas ofrecen para el puesto que desempeñas, y si es posible, compara lo que ganas con otros compañeros de trabajo en posiciones similares. Esto te dará una información base que te dará más confianza para acercarte a negociar con tu jefe.
Realiza una evaluación personal.
Haz una lista de todas las cosas que te separan de los demás en la organización; que te hace un empleado único. Recopila o enumera todas las metas logradas, estadísticas de rendimiento, iniciativas emprendidas en pro de la empresa, y momentos claves donde has demostrado tu lealtad y rendimiento.
Lo más recomendable es que seas directo acerca de lo que quieres y te prepares para explicar exactamente por qué te lo mereces. Al sentarte con tu jefe, puedes empezar diciendo: Quería saber si era posible que habláramos sobre mi salario. Durante este año he tomado nuevas responsabilidades, como (y aquí mencionas los logros que enumeraste). Me gustaría solicitar un aumento que refleje este desempeño.
Este acercamiento es especialmente efectivo en las personas que han tomado tareas adicionales a las que le corresponden. Los gerentes tienden a saber exactamente lo que hacen los empleados que tienen un bajo desempeño porque siempre tienen que hacerles seguimiento para asegurarse de que hagan bien sus asignaciones. Pero cuando eres pro-activo y tomas acciones por tu cuenta, existe el riesgo de que tu jefe no se entere de tu alta carga de trabajo. Este es el momento para destacar que estás trabajando por encima y más allá de las expectativas.
Prepárate para las objeciones.
Anticípate y prepárate para las potenciales respuestas negativas, y no dejes que esto desinfle tu confianza. Practica algunas sesiones con un amigo o un familiar, así tendrás el mejor discurso para refutar sus palabras. Enfoca la conversación en hacerle entender el por qué de tu compensación. Con suerte, tu jefe respetará tus logros y tu seguridad para pedir un aumento.
¿Qué pasa si no lo consigues?
El rechazo es difícil de escuchar, pero no te desanimes. Puedes responder con la pregunta ¿Que necesito para ganar un aumento en el futuro? Si tu jefe no puede responderte, es una indicación de que tu manager es terrible o que la compañía esta mal estructurada.
Si tu superior te da una buena explicación de lo que necesitas, pues ese es el siguiente paso: subir la apuesta de tu juego y mejorar hasta que sea el momento de aspirar por un nuevo sueldo. Definitivamente no es el final del camino.
En esencia, un aumento de sueldo es un reconocimiento de que ahora eres más valioso que cuando comenzaste; que tu nivel de habilidad ha mejorado, y que has logrado más de lo que esperaban. No tengas miedo en pedirlo si lo consideras necesario.
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