El fallecido cantante Prince, conocido por su talento musical y su indumentaria extravagante, también era un filántropo, pero siempre quiso mantener sus donaciones en secreto, informó una organización de beneficencia que ayuda a huérfanos afganos.
El famoso cantante muerto el mes pasado a los 57 años de edad, donó miles de dólares a la ONG Ayuda para la Fisioterapia y la Rehabilitación para Afganistán (PARSA, por sus siglas en inglés), dijo el presidente de esta institución.
Sus donaciones, gestionadas por la filántropa estadounidense Betty Tisdale, han sido destinadas al entrenamiento de 100 monitores de scouts que ahora animan a dos mil niños, algunos de ellos huérfanos, informó la organización de beneficencia Marnie Gustavson.
El músico comenzó a colaborar económicamente después de que su amiga Tisdale visitara el país en 2010, contó Gustavson.
Entonces, Tisdalem de 87 años, quien murió el año pasado, ya era muy conocida por su trabajo con huérfanos en Vietnam durante la guerra en la década de 1970.
«Ella me preguntó qué proyecto necesitaba apoyo, y yo le conté sobre un viejo edificio que queríamos convertir en un centro de entrenamiento para monitores de scouts», dijo Gustavson.
Tras su partida, me envió un cheque por 15 mil dólares. «Me dijo que lo enviaba Prince«, contó.
Después de la primera donación, el cantante siguió enviando partidas de seis mil dólares cada año.
Prince prefería que sus donaciones no fueran difundidas, pero tras su muerte, ella quiso agradecérselas haciendo público el apoyo que recibió.
Prince, uno de los músicos más prolíficos de su generación, falleció el 21 de abril en su residencia en las afueras de Minneapolis, en Estados Unidos.
Las causas de su muerte siguen sin conocerse, pero los investigadores están detrás de la pista de una sobredosis de opiáceos.