A dos kilómetros de la comunidad San Ramón en la Isla de Ometepe se ubica Punta La Tijereta, comunidad de aproximadamente 100 habitantes en donde producto de los bajos niveles de agua en el Lago Cocibolca provocados por la sequía, emergieron varios petroglifos.
En estos destacan figuras humanas, lagartos, monos y máscaras que según el profesor Haminton Silva, promotor de la cultura ometepina, este sitio se trata de un santuario indígena en donde los nativos realizaban rituales para encontrarse con sus dioses.
Estos petroglifos fueran hechos por las tribus chorotegas que colonizaron la isla hace aproximadamente 800 años antes de Cristo. Los de forma zoomorfo los asociaban a figuras de animales, los de forma geométrica con los astros y los círculos y espirales con el ‘más allá’. Ellos grababan estos dibujos en rocas constituidas por basalto de origen volcánico en donde cada dibujo está relacionado a algo en específico, por ejemplo esas máscaras podían simbolizar a dioses, la formas humanas simbolizaban a los indígenas. Ellos se reunían en estos lugares para realizar rituales, afirmó Mayra Carrillo, directora del museo municipal de Ometepe.
Además el hallazgo de estas piezas arqueológicas son importantes para nuestra cultura, algo que le da más valor a Nicaragua culturalmente.
En las rocas de origen volcánico predomina el arte rupestre o dibujos tallados en piedra, los cuales fueron hechos con pedernales o cinceles, herramienta que se utilizaban para grabar las imágenes en las rocas, mismas que miran la luz del día por primera vez.
A través de este hallazgo extraordinario se puede evidenciar el entorno social, creencias o tradiciones de nuestros antepasados, que sin lugar a dudas existieron siglos atrás y que se presume existan más piezas arqueológicas escondidas bajo el agua, pero debido a que se encuentran sumergidas aún no han sido objeto de estudio por parte de arqueólogos dedicados a esta actividad.