Debajo de esa capa de músculos y violencia hay una mujer que siente, hay carne, hay sensualidad y erotismo, está Ronda Rousey.
Le bastan segundos para acabar con sus rivales, tiene en los brazos algo así como la fuerza de dos hombres.
A veces el mundo olvida que Ronda Rousey también es bonita.
Esta mujer impacta, también con su belleza.