El uruguayo Luis Suárez marcó tres goles el sábado en el triunfo del Barcelona, 3-0 en cancha del Granada, que le valió al club azulgrana la conquista de la liga española, la 24ta de la historia para el club catalán.
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Los barcelonistas alcanzaron la 38va y última fecha del campeonato como líderes por un punto de ventaja sobre el escolta Real Madrid y con necesidad de al menos igualar el resultado del equipo «merengue» en su visita al Deportivo La Coruña, sabiendo que una victoria en Granada sería suficiente para celebrar el título.
Los madridistas no fallaron y vencieron 2-0 al Deportivo, pero tampoco lo hizo el Barsa, agarrado al infalible olfato de Suárez, quien respondió con goles a los 22, 38 y 86 minutos y firmar la quinta victoria seguida de su equipo.
El charrúa acabó el campeonato como máximo realizador con 40 tantos, cinco más de los acumulados por Cristiano Ronaldo, quien también firmó un doblete en el acto final.
Dos goles del portugués a los siete y 25 minutos permitieron al Madrid derrotar al Deportivo y finalizar con 90 puntos en la clasificación, uno menos que el total del eventual campeón Barsa, que ocupó la cima en 28 de las 38 fechas disputadas.
«Sabe a gloria, sufrimos hasta el final, pero la liga es el torneo de la regularidad y ganar seis de ocho habla un poco del ciclo que estamos intentando alargar», declaró el volante Andrés Iniesta. «Tuvimos una racha no muy buena y lo rivales se acercaron, pero la liga la acaba ganando el mejor. Ahora vamos a por la final de la Copa del Rey (el próximo sábado contra Sevilla)».
El club azulgrana, que pese a dilapidar buena parte de su renta durante el mes de abril acabó revalidando su corona, celebró con cierto suspenso la consecución de su octava liga de las últimas doce.
El Madrid solo ha ganado una de las últimas ocho, pero disputará dentro de dos semanas la final de la Liga de Campeones contra el vecino Atlético de Madrid, que acabó tercero en el torneo doméstico tras varias semanas escoltando al eventual ganador.
El Barsa nunca dio alternativa a un Granada agazapado, sin exigencias ni mayor motivación que frustrar la fiesta de los «culés». El supuesto peligro local lo debían aportar el ex azulgrana Rubén Rochina y el venezolano Adalberto Peñaranda, pero ambos quedaron desconectados, sin posibilidad de conectar con la media, desesperada en su incesante persecución de la pelota.
La posesión del balón era cosa del equipo de Luis Enrique, paciente y sereno en la elaboración, y también punzante a balón parado, con cabezazo de Gerard Piqué tras tiro de esquina, que el arquero despejó con apuros.
El astro argentino Lionel Messi probó también desde lejos y encontró los puños de Andrés Fernández, y el gol no tardó en caer por la vía habitual de Suárez, quien solo tuvo que empujar a placer el cruce de Alba, tras excelente profundización de Neymar al lateral.
Por la banda opuesta se prodigó también Dani Alves para servir el segundo tanto, de nuevo al uruguayo, voraz cabeceador al primer poste, anticipándose al portero.
Con ventaja de dos goles y la liga cuesta abajo, el Barsa se limitó a contemplar como Marc-André ter Stegen sacaba un remate de Fran Rico, y Fernández hacía lo propio con Neymar, tras excelente pase de Suárez.
La fiesta no pudo ser completa sin el tercer tanto del uruguayo en colaboración con Messi y Neymar, asistente final al contragolpe.
El Madrid hizo los deberes en Riazor, donde se mostró ampliamente superior a un desquiciado Deportivo y se puso pronto arriba, después de que Karim Benzema rematara en semifallo un centro de Bale y el balón cayera a Cristiano, infalible con la zurda.
El segundo lo celebró también el portugués, quien impulsó con la cabeza y colaboración del deportivista Pedro Mosquera un tiro de esquina al corazón del área.
Con ganas de más, Cristiano impactó la madera en dos ocasiones seguidas: primero el poste con el exterior de la bota, luego el travesaño en violento zapatazo cruzado.
Entremedio, habilitó a Benzema, cuyo derechazo sacó Stipe Pletikosa, y el Deportivo finalmente se hizo sentir en comba ajustada del argentino Fede Cartabia.
Encarrilado el choque, Cristiano dejó su lugar al colombiano James Rodríguez al descanso, y el Deportivo aprovechó la ausencia del goleador para prodigarse en ataque con un zapatazo de Lucas Pérez que sacó el costarricense Keylor Navas, y una volea de Sidnei, fuera por poco.
Con un ojo puesto en el partido del Barsa y oteando también la final de la Champions en el horizonte, el Madrid reservó a sus estrellas en el tramo final, teñida ya la liga de color azulgrana.
La jornada se completa a continuación con los cotejos Atlético-Celta de Vigo y Athletic de Bilbao-Sevilla.