Tres prisioneros fueron asesinados y 14 resultaron heridos dentro de la misma prisión en la que 49 personas murieron durante un motín en febrero, informaron funcionarios.
El secretario general de gobierno de Nuevo León, Manuel González, dijo la noche del miércoles que tres reclusos murieron en el nuevo motín en el penal de Topo Chico.
«Tenemos un penal con muchas deficiencias porque es un penal muy viejo», afirmó González. «La riña entre los propios reos es parte de un problema muy fuerte que vive el penal», agregó.
El nuevo incidente de violencia se presentó justo unos días antes de una visita programada por el gobernador Jaime Rodríguez Calderón a la prisión para hablar de los servicios médicos y la capacitación para los internos.
El 11 de febrero un disturbio entre dos facciones del Cártel de los Zetas condujo al decomiso de más de 200 armas y la detención de algunos de los administradores del penal. González dijo que imaginaba que la pelea más reciente tuvo que ver con una lucha de poder interna, pero que el motivo aún estaba bajo investigación.
Cinco de los heridos estaban en condición grave y que fueron transportados a hospitales, afirmó González. Añadió que no hubo disparos y que los guardias del penal así como la policía estatal respondieron al motín con gas lacrimógeno alrededor de las 9:30 de la noche.
El secretario de gobernación de México, Miguel Osorio Chong, dijo el jueves en una entrevista con Radio Fórmula que el incidente anterior demostró que no había administración, sino más bien impunidad y corrupción. «Estamos hablando de un motín, no estamos hablando de una acción para escapar de la cárcel, solo una riña interna», aseguró.
Luego del motín de febrero, las autoridades descubrieron todo tipo de lujos introducidos de contrabando a la prisión. Hallaron saunas, puestos de comida, refrigeradores y peceras entre otros artículos.
En abril, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México dijo que la mayoría de las cárceles del país estaban mal equipadas y sobrepobladas y que eran peligrosas.