La ciudad estadounidense de Louisville preparaba activamente el lunes los funerales de la leyenda del boxeo Mohamed Ali, que tendrá lugar el viernes en presencia de destacados invitados, una gran multitud y la mirada de todo el mundo.
Las exequias constituyen un mensaje universal de paz y tolerancia, indicaron el lunes los organizadores.
El expresidente Bill Clinton y el comediante Billy Crystal figuran entre los oradores en el funeral público a realizarse en un estadio deportivo en Louisville, en el estado de Kentucky (centro de Estados Unidos), la ciudad natal de Mohamed Ali, tres veces campeón mundial de pesos pesados.
Entre los presentes en las exequisas en la ciudad donde el exastro del boxeo pasó su juventud, figura el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
«Sí, él vendrá, estará presente», dijo a la AFP Bob Gunnell, un portavoz de la familia, sobre la llegada del gobernante turco, que tiene programado hablar durante la ceremonia.
El genial boxeador y defensor de los derechos civiles que se convirtió en una de las figuras más sobresalientes del siglo XX, reconocible para la mayoría de las personas en los cinco continentes, murió el viernes a los 74 años en Phoenix, donde se había establecido desde hacía más de una década.
Sus restos fueron trasladados el domingo en avión a Louisville.
Nacido como Cassius Marcellus Clay Jr el 17 de enero de 1942. En 1964 se convirtió al Islam y cambió su nombre a Mohamed Ali.
Desde entonces ha sido venerado en todo el mundo islámico por haber defendido los valores pacíficos y universales del Islam a lo largo de toda su vida.
Nunca visto en Louisville
Visitantes de todo el mundo son esperados para el fin de semana en Louisville, acostumbrada a manejar grandes multitudes con la organización anual del Derby de Kentucky, una de las más famosas carreras de caballos de Estados Unidos.
Pero el funeral de Ali será, a juicio del alcalde Greg Fischer, «algo probablemente sin precedentes» en la ciudad.
Los habitantes de Louisville y otros seguidores de Mohamed Ali, cualquiera que sea su religión, están invitados a participar el jueves en una oración musulmana en el Freedom Hall.
Es allí donde «el más grande» tuvo su última pelea ante 18.000 personas, en la que derrotó a Willi Besmanoff, el 29 de noviembre de 1961.
El viernes, una gran procesión atravesará la ciudad, circulando por varias arterias ya nombradas Mohamed Ali.
«El mensaje que se envía es el deseado por el propio campeón, su mensaje final al planeta Tierra», dijo Timothy Gianotti, un estudioso del Islam que participa en los preparativos.
«El amor, el respeto, y la apertura a los demás: de lo que vamos a ser testigos en los próximos días será verdaderamente el reflejo de este mensaje», agregó.
Amor, no política
En momentos en que los musulmanes son a menudo estigmatizados en Estados Unidos, incluso por el candidato presidencial republicano Donald Trump, algunos han expresado el deseo de que el entierro de Mohamed Ali sea utilizado para enviar una poderosa señal.
Pero Bob Gunnell se negó a entrar en estas consideraciones. «Esto no tiene nada que ver con la política. Esto tiene que ver con la forma en que Mohamed Ali pasó su vida».
La gran ceremonia de exequias de Mohamed Ali, que estará abierta a todo el mundo, estará a cargo de un imán.
El escenario será el KFC Yum! Center –Louisville es la capital mundial de los nuggets de pollo- en presencia de 15.500 espectadores.
Gunnell no confirmó si el presidente Barack Obama estará presente, pues la Casa Blanca no ha dado respuesta.
«The Champ», cuya personalidad carismática marcó parte del siglo XX, tendrá a continuación el último adiós con un entierro más íntimo en un cementerio en Louisville.
La carrera de Ali se extendió desde 1960 hasta 1981 y acabó con un récord de 56-5, incluyendo episodios históricos como su coronación en el denominado «combate del siglo» o «Rumble in the Jungle» (Pelea en la jungla) contra George Foreman, en 1974 en Kinshasa, entonces Zaire y actualmente República Democrática del Congo.
«The greatest» («El más grande»), como él mismo se llamaba, recuperó allí el título de campeón del mundo de los pesados, del que había sido despojado en 1967 por haber rehusado ir a la guerra de Vietnam y que le valió una prohibición de tres años y medio, que luego fue cancelada.