Científicos desarrollaron un análisis de sangre que puede predecir si las personas con depresión responderán a los antidepresivos comunes, descubrimiento que podría llevar a una nueva era de tratamientos personalizados.
Con el análisis, los médicos podrán dirigir a pacientes deprimidos que tengan un cierto nivel de inflamación en sus vasos sanguíneos a tratamientos más tempranos, con una serie más potente de antidepresivos, posiblemente incluyendo la combinación de dos medicamentos, antes de que empeoren.
La depresión es una de las formas más comunes de enfermedad mental y afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo. Está catalogada por la Organización Mundial de la Salud como la principal causa de discapacidad a nivel global.
El tratamiento usualmente incluye medicación, alguna forma de psicoterapia o una combinación de ambas. Pero cerca de la mitad de todas las personas tratadas no logran mejorar con la primera línea de antidepresivos y casi un tercio de los pacientes son resistentes a todas las medicaciones disponibles.
Hasta ahora, los médicos no pueden determinar si una persona responderá a un medicamento o si necesitará un plan de tratamiento más agresivo desde el comienzo. Como resultado, se trata a los pacientes con un abordaje de prueba y error, probando un medicamento tras otro durante meses, muchas veces sin ver mejoras en sus síntomas.
En el estudio, publicado el martes en el International Journal of Neuropsychopharmacology, los investigadores se enfocaron en dos biomarcadores que miden la inflamación de los vasos sanguíneos, el factor inhibidor de la migración de macrófagos (MIF) y la Interleucina-1 beta (IL-1?), en dos grupos de pacientes deprimidos antes o después que consumieran una serie de antidepresivos de prescripción común.
Los investigadores encontraron que las lecturas en la sangre sobre un determinado umbral podría predecir fidedignamente la probabilidad de que el paciente respondiera a un tratamiento.
Los pacientes con niveles de MIF y IL-1? por sobre los umbrales tenían un 100 por ciento de posibilidades de no responder a antidepresivos convencionales, mientras que aquellos con niveles más bajos sí mostraban una respuesta positiva a los tratamientos.