La región del Noroeste del Pacífico en Estados Unidos y Canadá lanzó el martes un ejercicio masivo de preparativos para terremoto y tsunami, como parte de un simulacro de cuatro días para ensayar situaciones sobre cómo lidiar con un desastre doble que podría matar a miles de personas, destruir comunidades costeras y cortar las comunicaciones telefónicas y la internet.
El evento de cuatro días, llamado Cascadia Rising, se centra en la premisa de un terremoto de magnitud 9 con epicentro a 150 kilómetros (95 millas) de la costa de Oregon y que causa un tsunami. Ambos desastres muy probablemente destruirían edificios y carreteras, y cortarían las comunicaciones.
El general de división Bret Daugherty, comandante de la Guardia Nacional de Washington, dijo que cuando la zona de subducción de la Cascadia una falla de 600 millas (965 kilómetros) de longitud frente a la costa que se extiende desde el norte de California hasta Columbia Británica, en Canadá se fracture, «eso va a resultar en una catástrofe como nada que hayamos visto».
«Se espera que sea el peor desastre natural en la historia de los Estados Unidos«, dijo. «Así que estamos tomando esta semana muy, muy seriamente, y estamos examinando todos los recursos posibles para que cuando un terremoto realmente ocurra tengamos garantizado que nuestros esfuerzos de respuesta están unificados».
Funcionarios federales dicen que unas 20.000 personas participarán en los simulacros, en representación de varias agencias federales, las fuerzas armadas estadounidenses y administradores de respuestas de emergencias estatales y locales de Washington, Oregon y Idaho, tribus indígenas y funcionarios de Columbia Británica.
Uno de los objetivos centrales de los ejercicios es probar cuán bien trabajarán juntas las diversas entidades para minimizar la pérdida de vidas y los daños cuando ocurra un megasismo. Más de 8 millones de personas viven en la región, que contiene las áreas más populosas en el Noroeste del Pacífico incluyendo Seattle, Portland y Vancouver. Se probarán ensayos de la capacidad de comunicarse sin internet ni teléfonos ni celulares, formas de entregar ayuda en condiciones de emergencia, y las capacidades de la Guardia Nacional de búsqueda y rescate, y evacuación.
El gobernador de Washington Jay Inslee, parado junto a vehículos militares llevados a la base militar de Camp Murray para los ejercicios, dijo que el evento es una colaboración «increíble».
«Cascadia Rising se realiza para asegurarnos de que estamos todo lo preparados que podemos», dijo. «La esperanza es identificar las áreas donde estamos bien. Pero obviamente también queremos identificar los puntos débiles».