Un ágil ladrón conocido como «El Negro» pensó salirse con las suyas sin contar que horas mas tarde caería de la manera mas fácil en las manos de sus víctimas.
El ladronzuelo identificado solo como Ernesto, ingresó por la madrugada a un templo evangélico de donde sustrajo varias herramientas de trabajo, las que eran utilizadas para realizar algunas reparaciones en la iglesia ubicada en Villa San Jacinto, en Managua.
Fueron los mismos trabajadores que tras descubrir el robo, se dieron a la tarea de informarse con testigos y buscar a «El Negro» por cada calle y cada esquina de barrios aledaños, hasta dar con su paradero mientras salía de un expendio de droga en Villa Fraternidad.
Con la captura del malhechor, los afectados, dos humildes albañiles, tienen la esperanza de que confiese qué hizo con las herramientas y así recuperarlas.