Un hombre fue detenido el martes en una alejada comunidad del centro de México durante las investigaciones por el asesinato de 12 personas de una misma familia la semana pasada, informaron este miércoles autoridades locales, que sospechan se trata de una venganza.
La fiscalía estatal informó a través de su cuenta de Twitter que «hay un hombre a disposición de autoridades» y que «avanza (la) investigación de Coxcatlán», un municipio del estado de Puebla en el que se encuentra la comunidad de El Mirador, donde ocurrió el crimen.
Por su parte, el alcalde de Coxcatlán, Vicente López, precisó que agentes estatales y municipales llegaron a «la zona de El Mirador» para «proceder a la detención de este hombre de nombre Carlos«.
Según las primeras investigaciones, al menos dos hombres armados irrumpieron a balazos en el remoto El Mirador, a unos 300 km de la Ciudad de México, asesinando a 12 personas -incluyendo dos niñas y una mujer con 37 semanas de embarazo- y lesionando a otras dos niñas que aún están hospitalizadas.
Aparentemente, la mujer embarazada fue agredida sexualmente años atrás por uno de los responsables de la masacre y tuvo un hijo de esa violación, quien resultó ileso en el ataque.
En tanto, la actual pareja de la mujer fue asesinada y su cadáver presentaba múltiples heridas con arma blanca y más lesiones que las otras víctimas.
Según el alcalde López, «se trata de una venganza«.
La fiscalía ya había identificado a dos de los presuntos agresores que huyeron hacia la sierra del vecino estado de Oaxaca (sur), pero no precisó si hay más sospechosos implicados.
La persona que fue detenida no es el presunto violador, dijo una fuente de la fiscalía a la AFP bajo el anonimato, por no estar autorizada a dar declaraciones a la prensa.
En tanto, para el alcalde López este arresto permitirá reunir más pruebas para dar con el principal sospechoso.
Los cuerpos recibieron funerales y fueron enterrados en la cabecera municipal de Coxcatlán, y según López, las pocas familias que habitan El Mirador se han resistido a regresar por temor a un nuevo ataque.