Noqueado el equipo más taquillero con una paliza de escándalo, las semifinales de la Copa América Centenario tendrán como protagonistas a Lionel Messi contra un anfitrión que llega con dos días más de descanso, y un duelo entre dos selecciones que marchan en direcciones opuestas.
Argentina, que despachó el sábado 4-1 a Venezuela en los cuartos de final en Foxborough (Massachusetts), enfrenta el martes a Estados Unidos en Houston, con otro largo viaje después de zigzaguear por todo el país y apenas dos días de descanso para el plantel encabezado por Messi. Estados Unidos, en cambio, disputó su partido de cuartos el jueves, cuando venció 2-1 a Ecuador.
Al día siguiente, la Colombia de James Rodríguez enfrenta al campeón Chile en Chicago.
¿Ventaja injusta para el anfitrión?
«Me parece que no es nada nuevo», zanjó el técnico de Argentina, Gerardo Martino, después de la victoria sobre Venezuela y sin querer abundar mucho en el calendario elaborado por los organizadores de esta Copa América, la primera que se realiza en Estados Unidos. «El tema del descanso, hay cosas que datan de mucho tiempo atrás, y que tienen que ver siempre con la comodidad, en general cuestiones que tienen que ver casi siempre con los equipos locales».
«Lo único», agregó, como para despejar cualquier duda, «es que no fue casualidad».
Con más o menos descanso, esa semifinal en el estadio NRG presentará a una Argentina que busca avanzar a su tercera final consecutiva en un torneo grande, tras perder la final de la Copa América del año pasado ante Chile y del Mundial de 2014 frente a Alemania. La Albiceleste ha sido una aplanadora en la Centenario, perfecta en cuatro partidos y con balance goleador de 14-2.
Y eso que Messi no fue titular hasta el duelo ante la «Vinotinto», después de perderse el debut por una lesión de espalda, y salir de la banca en los dos partidos siguientes. De todas formas, el mago del Barcelona es el máximo artillero del campeonato con cuatro tantos, incluyendo uno que marcó el sábado y con el que igualó a Gabriel Batistuta como máximos goleadores (54) en la historia de la «Albiceleste».
Un Messi en plenitud y en busca de quedar solo en la tabla histórica puede ser malas noticias para Estados Unidos.
«Estamos muy contentos por cómo ha ido evolucionando de su lesión», señaló Martino. «Valoramos eso, y tenerlo bien de cara a las semifinales».
En el otro lado del cuadro, Chile llega a esta instancia después de mejorar en cada presentación desde que cayó 2-1 ante Argentina en su debut, y coronó esa recuperación el sábado con una goleada de 7-0 que apeó a México, el equipo que más afición llevaba a los estadios, querendón de los patrocinadores y las televisoras, y que juega como un local extraoficial en cualquier rincón de Estados Unidos.
México se despidió con su peor derrota en un torneo oficial y una tarea pendiente en la Copa América, el torneo de la Conmebol del que participa como invitado desde hace más de dos décadas y que jamás ha podido ganar.
«No nos gusta que ni en un amistoso nos metan siete goles, menos en un torneo como este», comentó Javier «Chicharito» Hernández. «A todo mexicano por el mundo o en el estadio quiero decirles que estamos muy avergonzados y vamos a levantar la cara».
La «Roja» venía de superar 2-1 a Bolivia y 4-2 a Panamá en sus compromisos anteriores, y con Argentina todavía de pie en la otra orilla, se palpita una revancha de la final de la Copa América del año pasado que ganó Chile en una definición por penales.
«Sería lindo una final contra Argentina, es la selección más fuerte del mundo, pero primero vamos por Colombia», señaló el volante chileno Arturo Vidal, quien se perderá la semifinal por acumulación de tarjetas amarillas. «Esperamos ser campeón».
Colombia, por su parte, viene de más a menos en el torneo. Arrancó con victorias 2-0 sobre Estados Unidos y 2-1 frente a Paraguay, ya clasificada perdió 3-2 contra Costa Rica en el cierre de la fase de grupos, y tuvo que ir a una definición por penales después de 90 minutos sin goles para superar el viernes a Perú en los cuartos de final.
Colombia busca disputar su primera final desde que ganó el torneo por única vez en 2001.
«Hay que corregir algunas cosas», admitió el timonel de Colombia, José Pékerman.