Santiago y ciudades del sur de Chile alcanzaron entre el fin de semana y el lunes niveles críticos de contaminación atmosférica que, según el Ministerio del Medio Ambiente, aumentan en unas 4.000 las muertes prematuras al año y ocasionan unos 590 millones de dólares en pérdidas por productividad.
Las autoridades responsabilizaron del alza de material contaminante fino, PM 2,5, al humo emanado de los asados realizados por la gente para festejar el triunfo de la selección chilena de fútbol sobre el equipo de México por 7-0 el sábado, en un encuentro por la Copa América Centenario, disputado en Estados Unidos.
El lunes las autoridades decretaron la cuarta premergencia consecutiva en el Gran Santiago, que obliga a detener el 20% de los automóviles modernos y 450 industrias. En Coyhaique, 1.700 kilómetros al sur de la capital, rige la emergencia.
Según el estudio del Ministerio del Medio Ambiente, de 2014, la contaminación atmosférica por material particulado fino (MP 2,5) ocasiona unas 4.070 muertes prematuras por causas cardiopulmonares anuales, cuyo impacto en la productividad es de unos 590 millones de dólares; aumenta las hospitalizaciones por asma, por patologías cardiovasculares, neumonía y bronquitis aguda.
El máximo de MP 2,5 que puede respirar el ser humano, según normas internacionales, es de 97 a 131. El domingo en la barriada pobre de Cerro Navia hubo 790 y en Coyhaique fue de 1.200. Según esto, el domingo las autoridades debieron haber decretado emergencia, que paraliza un millar de fuentes industriales y el 40% de los vehículos modernos.
El problema del material particulado fino se centra en que su ínfimo tamaño hace que el ser humano lo respire y pase directamente a los pulmones, a los alvéolos y de allí a la sangre.
En el sur chileno, la suciedad del aire se debe principalmente al extendido uso de leña para cocinar y calentarse.
El subsecretario del Medio Ambiente, Marcelo Mena, declaró que desde 2014 en nueve ocasiones se han registrados altos índices un día después de un partido de la selección chilena de fútbol por la preparación de los asados.
El ministro de la misma cartera, Pablo Badenier, pronosticó que «esta va a ser una semana compleja y difícil, no se prevén precipitaciones. La dirección meteorológica prevé condiciones bastante adversas para la dispersión de contaminantes…».
