El portacontenedores «Cosco Shipping Panamá» de la naviera China Cosco Shipping Corporation Limited, ingresó hoy a las 07:40 tiempo local (12:40 GMT) por el Atlántico a las esclusas de Agua Clara e inició el tránsito inaugural hacia el Pacífico por el Canal de Panamá ampliado.
El buque, que cambió hace unos días su nombre de «Andronikos» por el de «Cosco Shipping Panamá» y que en febrero pasado abrió una nueva ruta del continente asiático hacia Lázaro Cárdenas en México, llegó a las esclusas escoltado por remolcadores de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
Este domingo será el único tránsito de celebración de esta nueva etapa de la vía interoceánica que permitirá el paso de naves de mayor tamaño.
La nave tocó la bocina como señal de celebración al entrar en una de las recámaras de las esclusas, en medio del entusiasmo y gritos de miles de personas presentes en el lugar, entre panameños, invitados, turistas y funcionarios, que portaban en las manos pequeñas banderas con los colores azul, blanco y rojo de Panamá.
El portacontenedores, con una capacidad máxima de 9.400 TEU (Unidad de medida de contenedor de 20 pies) y de 48,25 metros de manga y 299,98 metros de eslora, ganó en un sorteo el pasado 29 de abril el derecho a ser el primer buque tipo neopanamax que transita el Canal ampliado.
El buque portavehículos «Thalatta» de la naviera Wallenius Wilhemsen Lines (WWL), con sede en Noruega, iba a tener la segunda opción de tránsito, de no poder hacerlo el primer navío, según se anunció en el sorteo.
Como neopanamax se identifica a los buques que podrán transitar ahora por el nuevo y tercer juego de esclusas del Canal, vía acuática inaugurada el 15 de agosto de 1914 con el tránsito del vapor Ancón, una nave de mucho menor tamaño, pero que ahora podrá atender buques de hasta 14.000 TEU.
El administrador del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano, anticipó que la ampliación generará nuevas posibilidades para el transporte de granos, contenedores y gas licuado.
Por esta vía se estima que se transporta alrededor del 6 por ciento del comercio global, además de otras oportunidades para el sector logístico, y con la expansión se espera que duplique el volumen de carga que permite transportar por sus aguas.
Según el administrador, este atajo de navegación maneja el 10,5 por ciento del movimiento en toneladas de granos a nivel mundial y el 5,5 por ciento del volumen de contenedores que se mueve a nivel global.
Se estima por el momento que la obra que ha tenido un costo de alrededor de 5.430 millones de dólares, de los 5.250 millones presupuestados antes del inicio del proyecto.
En la inauguración del Canal de Panamá ampliado se destacarán dos actos, el primero en las esclusas de Agua Clara y luego en las esclusas de Cocolí en el Pacífico.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien llegó temprano a las esclusas de Agua Clara para el inicio de los actos, destacó la importancia de este día para los panameños.
La decisión de llevar a cabo la expansión de la vía oceánica fue confirmada por los propios panameños a través de un referendo realizado el 22 de octubre de 2006.
Quijano, a su vez, se sorprendió del buen clima, luego de un sobrevuelo que hizo por las nuevas esclusas en compañía del gobernante panameño y del ministro de Asuntos del Canal de Panamá, Roberto Roy.
La ACP se hizo cargo del manejo de la vía acuática a fines de 1999 en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que dispuso el retiro gradual de los militares estadounidenses que estuvieron durante décadas acantonadas a orillas de la vía acuática.
La entidad prevé que el Canal de Panamá ampliado genere ingresos adicionales por unos 400 o 500 millones de dólares al año, a los alrededor de 1.000 millones de dólares que ahora genera.
La ampliación del canal demandó alrededor de nueve años, además de que en ella participaron 36.740 trabajadores panameños y 3.873 foráneos, según datos de la ACP.
Esta obra es vista en Panamá por analistas como una respuesta a las necesidades del comercio global y una oportunidad para el crecimiento de esta nación centroamericana de cerca de cuatro millones de habitantes.
Panamá registra una positiva evolución en su producto interno bruto (PIB) en los últimos años en América Latina, pero también es una de las naciones más desiguales por la brecha entre ricos y pobres.