Encabezados por Diego Maradona y el presidente Mauricio Macri, los argentinos no se resignan a que Lionel Messi no vuelve a lucir la casaca de la selección y pusieron en marcha una operación de seducción destinada a convencerlo de que reconsidere su decisión de renunciar al equipo nacional, que incluye la inauguración en Buenos Aires de una estatua del jugador.
Macri dijo el martes a periodistas que dialogó telefónicamente con el jugador la víspera para convencerle de la necesidad de que revea su decisión y que le había transmitido que «no haga caso a algunas pavadas (tonterías) que se dicen porque, la verdad, estamos todos muy contentos» con lo que ha hecho el astro del Barcelona por el equipo nacional.
«Me agradeció», contó Macri que fue la respuesta de Messi, cuya permanencia en las filas de la selección es una prioridad en Argentina. El presidente y Maradona son algunos de los que han liderado el clamor popular para que el futbolista desista de arrojar la camiseta, anunciada luego de la derrota sufrida ante Chile en la final de la Copa América Centenario el domingo.
Consultado por los periodistas sobre una situación que ha dejado en estado de shock a los argentinos, el presidente dijo: «No entiendo, la verdad es que es una suerte, una alegría de la vida, un regalo de Dios tener al mejor jugar del mundo en un país tan futbolero como el nuestro».
Macri, quien presidió con éxito al popular club Boca Juniors antes de dedicarse a la política, reveló además que existe la posibilidad de un encuentro con el delantero la próxima semana, antes de que vuelva a Barcelona.
Desde que regresó el lunes a su país, Messi no ha vuelto a referirse públicamente a su decisión, que motivó la saturación de las redes sociales con mensajes de apoyo. Deportistas, artistas, políticos y aficionados de todas las edades le rogaron que vuelva a ponerse la camiseta albiceleste.
En medio de esta oleada de afecto por el jugador, la alcaldía de Buenos Aires inauguraba el martes una estatua en su honor en el Paseo de la Gloria en Buenos Aires, donde otros destacados deportistas argentinos también fueron reconocidos.
«Como fanático del fútbol, Lío, te pido por favor que no renuncies a la selección. Como muestra de todo nuestro cariño y nuestro apoyo, vamos a inaugurar tu estatua en el Paseo de la Gloria en Costanera Sur», dijo el alcalde Horacio Rodríguez Larreta.
Carteles de tránsito iluminados que rezan «No te vayas Lio» han sido desplegados en las principales avenidas de la capital argentina. Y otros en las líneas del metro porteño también piden al astro que no abandone a la selección.
Psicólogos conjeturan en los programas periodísticos que Messi dio un paso al costado «en caliente» dolido por haber perdido su cuarta final con Argentina y en falta con sus compatriotas, a los que siente que ha defraudado por no haberles regalado todavía un campeonato.
El astro es idolatrado en su país natal pero también ha cosechado cuestionamientos por no conseguir ni una Copa del Mundo ni una Copa América para la selección albiceleste.
Messi es comparado continuamente con el astro Diego Maradona, artífice del triunfo de Argentina en el Mundial de 1986 y en esa comparación ha sufrido agravios, como ser considerado un «pecho frío», carente de la pasión y la vehemencia que exteriorizaba el antiguo capitán de la selección tanto en el campo de juego como en su vida fuera de la cancha.
El mismo Maradona, que días atrás dijo que Messi no tenía capacidad de liderazgo, lo defendió la víspera al afirmar que el joven jugador «tiene cuerda para rato, porque va a llegar a Rusia en condiciones de ser campeón del mundo».
Oscar Ruggeri, ganador del campeonato mundial de 1986 arropó el martes al delantero del Barcelona al señalar que «no tiene que absorber todas las culpas» de las derrotas.
Ruggeri propuso que el ídolo esté «tranquilo» por un tiempo con su familia y luego vea la posibilidad de volver al equipo nacional en declaraciones que hizo a periodistas poco antes de ser merecedor junto a sus excompañeros de una distinción en la Cámara de Diputados al cumplirse 30 años de la obtención del Mundial de México.