Solo uno de los heridos de la matanza del pasado 12 de junio en Orlando (EE.UU.), en la que fallecieron 49 personas, sigue en estado crítico, mientras otros seis siguen hospitalizados, informó hoy el grupo Orlando Health.
Esta organización, que administra el Centro Médico Regional de Orlando, al que fueron llevados 44 de los 53 heridos, indicó hoy que 28 pacientes ya fueron dados de alta.
La red de hospitales de Orlando, ciudad turística en el centro de Florida, precisó que hoy tiene programada una cirugía a uno los pacientes.
Entre tanto, sigue la procesión de turistas, visitantes y familiares y amigos de las víctimas al bar gay Pulse, escenario de peor matanza por arma de fuego en la historia de EE.UU.
La bandera de Puerto Rico, origen de la gran mayoría de la víctimas, enmarca un altar con veladoras, flores, fotos de las víctimas y frases de aliento para la comunidad LGBT.
Sólo estaban aquí para divertirse, la verdad es que me da escalofrío, dijo a Efe el hondureño Erwin Mejía, quien está de visita en Orlando y acudió al lugar para honrar a las víctimas.
Por su parte, la Administración para Pequeñas Empresas (SBA) de EE.UU. anunció hoy que disponen de ayudas para los pequeños establecimientos de la ciudad que tuvieron pérdidas económicas debido a la masacre.
Estos negocios deberían considerar seriamente solicitar un préstamo de desastre de SBA, expresó Wilfredo González, director del distrito norte de Florida de esa agencia federal.
Cincuenta personas, incluido el presunto autor de la matanza, Omar Mateen, un estadounidense de 29 años de origen afgano, quien estaba armado con un fusil de asalto y una pistola, murieron en la discoteca.
Las autoridades estadounidenses aún investigan los motivos que llevaron a Mateen, un guardia de seguridad, a matar a 49 personas durante la Noche Latina que celebraba esa noche la discoteca Pulse.