La marina italiana consiguió recuperar, tras una compleja operación que duró varios meses, el barco que se hundió el año pasado cerca de Sicilia (sur) con unos 700 migrantes, considerada una de las peores tragedias registradas en el Mediterráneo.
El barco con cientos de cadáveres se encontraba a 370 metros de profundidad y llegó este jueves a la bahía siciliana de Augusta, justo el mismo día en que diez mujeres murieron ahogadas en un naufragio frente a las costas de Libia.
Una parte de la nave recuperada fue colocada en un gran salón refrigerado de la base de la OTAN en Melilli, cerca de Augusta. Allí, expertos forenses extraerán los cuerpos con el fin de identificar a las víctimas para darles luego una sepultura digna.
Gracias a las imágenes transmitidas por la marina militar italiana, se observa que la embarcación conserva aún el color azul del casco, en cuyo interior viajaban cientos de personas, entre 700 y 800 migrantes, la mayoría africanos.
Los bomberos italianos, con trajes de protección y máscaras, comenzaron la difícil tarea de extraer del vientre de la nave los cuerpos, como una respuesta a una de las tragedias que más indignación ha generado en toda Europa.
La noche del 18 al 19 de abril del 2015, el pesquero sobrecargado se hundió en pocos minutos después de golpear un carguero portugués que intentaba rescatarlo.
Sólo 28 personas sobrevivieron a la tragedia, ya que la mayoría de los pasajeros viajaban hacinados y encerrados en las bodegas del barco.
Las autoridades italianas autorizaron y financiaron la compleja operación de rescate con la idea de crear una red europea para identificar a las víctimas que pierden la vida en el Mediterráneo.
Se trató de una operación inédita ya que los buques que se hunden suelen quedar anclados en el fondo del mar.