Hay un nuevo villano en el mundo de Marvel y su rostro es especialmente familiar. La incorporación de Donald Trump como personaje de cómic es un ejemplo más de cómo la actualidad política estadounidense, como ya sucedió antes con Hillary Clinton o Bernie Sanders, se cuela en las viñetas.
El pasado 29 de junio se publicó el volumen «Spider-Gwen Annual», cómic perteneciente a la serie creada por el guionista Jason Latour y que, en esta ocasión, presentaba a un malvado llamado MODAAK que tenía un evidente y más que sospechoso parecido físico con el virtual candidato republicano a la Casa Blanca.
El nombre de este personaje es un acrónimo que, por sus siglas en inglés, significa «organismo mental diseñado como el Rey de Estados Unidos».
«Si América no actúa, MODAAK tendrá que hacerlo», decía el villano en una de las imágenes que se conocieron de este cómic.
Aunque ni Marvel ni los responsables del cómic confirmaron las teorías que circularon por las redes sociales, MODAAK parecía inspirado directamente en el polémico magnate hasta constituir una especie de parodia sobre su carrera presidencial.
Pero Trump no es la primera figura de las elecciones estadounidenses que dio el salto a las viñetas, ya que los demócratas Bernie Sanders y Hillary Clinton también aparecieron con anterioridad en diferentes cómics.
Con un tono muy diferente a la crítica que se empleó contra Trump, la casa Bluewater Productions, ahora conocida como StormFront Publishing, editó dos volúmenes dedicados a la virtual aspirante demócrata a la Presidencia de EU titulados «Hillary Clinton: The Road to the White House» (2015) y «Hillary Clinton: Female Force» (2009).
La misma editora también fue la responsable de «Bernie Sanders: Political Power» (2015), dedicado a narrar la trayectoria del senador por Vermont.
El estimulante cruce entre realidad y ficción, tan habitual y explotado por el cómic estadounidense, tampoco desaprovechó la oportunidad de fichar al actual presidente de EU, Barack Obama, como un personaje más para varias historias.
Quizá el mejor ejemplo fue «Spidey Meets the President!» (2009), una edición especial de Spider-Man en la que compartía protagonismo con Obama, quien en diferentes ocasiones ha comentado que, desde que era niño, colecciona cómics del popular superhéroe arácnido.
Fuera recuperando sucesos históricos o planteando realidades alternativas, dos gigantes de las viñetas como Marvel y DC Comics han echado mano de presidentes estadounidenses para sus historias de manera frecuente.
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