Donald Trump subió el lunes su llamado a la acción contra el Islam radical, proponiendo una prueba ideológica para mantener a los posibles inmigrantes con visiones radicales fuera de EE.UU.
La propuesta forma parte del plan para luchar contra el extremismo islámico expuesto por Trump en un discurso en Ohio. A tal fin, el candidato multimillonario propuso una prueba de inmigración más estricta, para admitir en EE.UU. «solamente a aquellos que comparten nuestros valores y el respeto a nuestro pueblo».
«En la Guerra Fría, tuvimos una prueba de escrutinio ideológico. Es tiempo de desarrollar un nuevo test de detección de las amenazas que enfrentamos hoy en día», dijo Trump. «Nuestro país tiene bastantes problemas. No necesitamos más».
De este modo, el candidato republicano trató de devolver el golpe a los críticos que lo describen como no apto para servir como comandante en jefe.
Pintando un cuadro sombrío de un mundo bajo ataque y una patria amenazada por el terrorismo, Trump argumentó que solo él podía hacer frente a los peligros actuales.
Acusó a su rival demócrata, Hillary Clinton, de carecer de la «resistencia mental y física» para combatir a ISIS.
Sostuvo que «carece de la sentencia, la estabilidad, el temperamento y el carácter moral para dirigir nuestra nación», agregó.
A pesar de que indicó su voluntad de trabajar con los aliados musulmanes en su discurso del lunes, sus declaraciones se producen en un contexto de fuertes críticas y condena del candidato republicano por parte de los musulmanes en los EE.UU. y en el extranjero desde diciembre, cuando propuso prohibir a los musulmanes entrar en Estados Unidos.
Aunque Trump no enlistó las naciones cuyos ciudadanos tendrían prohibido el acceso a Estados Unidos, el asesor de su campaña puso a Siria y Libia como ejemplos de naciones a las que se les aplicaría la prohibición.
Más allá del bloqueo migratorio, Trump también ha sido criticado por sugerir que el presidente Barack Obama está ligado al terrorismo radical islámico, proponer la vigilancia aérea de mezquitas en Estados Unidos y proclamar su creencia de que el Islam nos odia.