La canciller panameña, Isabel De Saint Malo, expresó hoy a su homólogo haitiano, Pierrot Delienne, la necesidad urgente de una solución integral que desincentive el flujo de migrantes irregulares que atraviesa Centroamérica rumbo a EE.UU.
En una reunión en Santo Domingo, donde ambos altos funcionarios presenciaron la investidura para el segundo mandato del presidente, Danilo Medina, De Saint Malo manifestó a Delienne la preocupación del Gobierno por el creciente paso de haitianos por Panamá, informó la Cancillería panameña en un comunicado.
Los caribeños, al igual que miles de migrantes cubanos y africanos, viajan a Suramérica y entran a Panamá por la selva del Darién para cruzar Centroamérica, rumbo a Estados Unidos, una ruta cuya afluencia aumentó en los últimos meses.
El ministro de Relaciones Exteriores de Haití expresó a Panamá el compromiso del Gobierno de su país para identificar a los haitianos que hoy día pueden estar en territorio panameño, así como de desincentivar el flujo de emigrantes de su país, el más pobre de América.
Muchos de los migrantes que se encuentran en Panamá dicen no tener papeles de identificación y el Gobierno local identificó que algunos haitianos se hacen pasar por africanos para evitar una eventual deportación.
Las autoridades migratorias panameñas cifran a cerca de 1.000 los migrantes en tránsito, en su mayoría caribeños y africanos, y habilitó tres «campamentos humanitarios» en la frontera con Colombia en el marco de la operación de «flujos controlados», con la que permite tránsito de esas personas.