En medio de la tempestad, la penumbra y el ambiente tenso que se vive Bilwi, Caribe Norte de Nicaragua; la noche de este lunes 16 de noviembre se dio una muestra que la esperanza siempre existe hasta en las situaciones más críticas: una nueva vida vino al mundo.
Se trata de una niña que nació mientras se dan fuertes ráfagas de vientos y la lluvia constante es una señal de la fuerza de la naturaleza, representada por un potente huracán categoría 5 llamado Iota, el cual está pronto a entrar su ojo a tierra nicaragüense.
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Algina Elisa Rabath Rivera es el nombre de esta pequeña, su madre es Stefanny Rivera Bushey (27 años) de la comunidad Krukira; su padre es Steddy Rabath (31 años), originario de la misma comunidad que fuera evacuada a Bilwi.
En la sede del gobierno regional, en Bilwi, es donde se habilitó en las primeras horas de la noche el Hospital Nuevo Amanecer, que debió ser trasladado ahí ya que el sitio provisional donde estaba funcionando (Tecnológico Nacional), sufrió daños estructurales importantes ante los fuertes vientos huracanados.
Rápidamente y gracias a esa organización que tienen las instancias del Estado que velan por la seguridad de la ciudadanía, se pudo hacer el traslado de los pacientes, personal médico y hasta familiares a las instalaciones de la sede del gobierno regional, donde se improvisarían áreas para atender a niños, mujeres embarazadas y ancianos.
El milagro en medio de la tormenta
A través de una foto que se ha hecho viral la noche de este lunes, se mira la felicidad en la madre, así como la doctora que atendió este parto y el padre de la pequeña; quienes deben reconocer que solamente como un milagro se puede definir que entre una situación de emergencia, una sonrisa tierna y delicada de una nueva vida traiga paz a los corazones agitados por la intranquilidad del paso de Iota.
Afortunadamente y a pesar de que los vientos siguen azotando fuerte esta zona del país, hay personal médico capacitado para que pongan resguardo a esta pequeña, así como a sus padres, para que esto luego sea una anécdota increíble de contar y traspasar a nuevas generaciones.
