(RT) Equipos de rescate hallaron el pasado domingo a un niño de 9 años llamado Kiril que había desaparecido dos días antes en los bosques de los Urales, en la región de Sverdlovsk (Rusia). El niño tuvo que fingir que estaba muerto, así como recurrir a otras técnicas para sobrevivir a la intemperie, informan medios locales.
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«Kiril dijo que gritaba llamando a su papá, temiendo que no lo esperara. El niño vio osos los dos primeros días. Para sobrevivir, se acostó bajo un árbol y fingió que estaba muerto», relató Konstantín Valiajmétov, uno de los buscadores. Según explicó, durante su extravío el menor no bebió agua de los arroyos para no sudar demasiado y evitar así ser picado por los mosquitos.
«Se escondió de los animales, no se asustó y nos sorprendió por su inteligencia y tranquilidad. Cuando lo encontraron, estaba muy preocupado por su papá y por que su mamá le fuera a regañar por sus zapatillas rotas», relató Valiajmétov.
Tierra de depredadores
Kiril se perdió cuando decidió bajar solo de las cordilleras y se despistó en un sendero montañoso. Tras confirmarse su desaparición, se lanzó una operación de rescate que involucró a unos 160 individuos, entre voluntarios, unidades caninas, rescatistas y oficiales de Policía. La búsqueda se vio complicada por las condiciones del terreno —arroyos, raíces de árboles, piedras bajo gruesas capas de musgo—, lo que afectaba a la movilidad de los grupos de socorro. Asimismo, en la zona abundan los depredadores.
Búsqueda del niño perdido
Finalmente, el niño fue encontrado a unos cinco kilómetros del lugar donde fue visto por última vez. El menor fue evacuado en un helicóptero para que se reuniera con su progenitor. Sin embargo, los agentes policiales sometieron al padre de Kiril a la prueba de polígrafo para cerciorarse de que la desaparición no tenía carácter criminal. A continuación, padre e hijo se dirigieron a su región natal de Cheliábinsk.