Francisco propone incluir al medio ambiente en obras benéficas

El papa Francisco propuso el jueves añadir el cuidado del medio ambiente a las siete obras benéficas tradicionales que se piden a los católicos, llevando su agenda ecologista a un nuevo nivel, completando el llamado de Jesús a dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y visitar al enfermo.

Francisco hizo su ambiciosa propuesta con motivo del Día Mundial de la Oración por la Creación, que introdujo el año pasado en un intento de impulsar su campaña de protección medioambiental.

Funcionarios del Vaticano señalaron que la propuesta es la extensión lógica de la histórica y polémica encíclica que publicó Francisco el año pasado. El primer pontífice latinoamericano del mundo pidió una revolución para corregir lo que describió como un sistema económico «estructuralmente perverso» en el que los ricos se aprovechan de los pobres y convierten la Tierra en «un montón de suciedad».

En esta ocasión, el día de oración por el planeta el 1 de septiembre coincide con el Jubileo de la Misericordia, un año en el que la Iglesia se centra en su labor compasiva. Durante el acto, se pidió a los fieles que practiquen las siete obras de misericordia corporales y espirituales, que aparecieron por primera vez en el Evangelio y fueron desarrolladas por filósofos y teólogos a lo largo de los siglos.

Además de dar de comer al hambriento, incluyen aconsejar al que duda, instruir al ignorante y rezar a Dios por los vivos y los muertos.

El pontífice argentino dijo en su mensaje que los fieles deberían usar el año santo para pedir perdón por sus «pecados» contra el medio ambiente que han sido cometidos por una economía y un sistema político «irresponsables y egoístas».

«La economía y la política, la sociedad y la cultura, no pueden están dominados solo por el pensamiento de beneficios financieros o electorales inmediatos o en el corto plazo», escribió. «En su lugar, es necesario que se redirijan con urgencia hacia el bien común, que incluye la sostenibilidad y el cuidado de la creación».

Francisco pidió a la humanidad que tome pasos concretos para cambiar el rumbo de las cosas, empezando por la devolución de lo que calificó como «deuda ecológica» que los países ricos tienen con los pobres. Reciclar, apagar las luces y compartir coche pueden ayudar, agregó.

«Pagar (la deuda) requerirá tratar el medio ambiente de las naciones más pobres con cuidado y proporcionar los recursos financieros y la ayuda técnica necesaria para ayudarles a enfrentar el cambio climático y promover el desarrollo sostenible», agregó.

Finalmente, el pontífice propuso que el cuidado del medio ambiente pase a ser un «complemento» a las siete obras de misericordia.

«Este mensaje es el siguiente paso lógico después (de la encíclica), porque nos muestra como interiorizar sus enseñanzas en nuestras vidas y en nuestro mundo», manifestó el cardenal Peter Turkson, que ayudó a redactar la encíclica y es el asesor del papa en asuntos medioambientales.