La sonda espacial Rosetta captó una imagen de su robot Philae posado en una grieta oscura de la superficie del cometa 67P, anunció este lunes la Agencia Espacial Europea (ESA).
A 2,7 km de distancia en su aproximación al cometa, a menos de un mes de concluir su misión, la cámara de alta resolución Osiris de Rosetta logró ubicar a Philae, que no ha dado señales de vida desde junio de 2015.
«¡Apenas puedo creer lo que veo con mis propios ojos Osiris! Finalmente he conseguido esta imagen de Philae, el 2 de septiembre, a 2,7 km de distancia del 67P», tuiteó Rosetta.
Tras 10 años de viaje como pasajero de la sonda Rosetta, Philae había logrado un hito histórico al aterrizar en el cometa 67P Churiumov-Guerasimenko el 12 de noviembre de 2014.
Sin embargo, la maniobra resultó demasiado abrupta y Philae rebotó dos veces en la superficie antes de quedar inmovilizado sobre el cuerpo celeste, de forma irregular y unos 4 kilómetros de diámetro.
El imprevisto hizo que Philae quedase posado en una zona de relieve accidentado y escasa exposición a la luz solar.
El robot agotó sus baterías al enviar a Rosetta el resultado de unas 60 horas de observaciones y luego se quedó «dormido».
En junio de 2015 volvió a despertar, pero desde el 9 de julio de ese año no ha dado señales de vida.
Más de una año después, Rosetta se dispone a poner fin a su vez a su misión, posándose también sobre el cometa el 30 de septiembre.
En la recta final
La imagen obtenida en esa aproximación final «muestra la orientación de Philae, explicando porqué establecer las comunicaciones resultó tan difícil», indicó la ESA.
«Faltando solo un mes para el fin de la misión Rosetta, estamos contentos de haber ubicado a Philae y poderlo observar con tantos detalles», dijo Cecilia Tubiana, miembro del equipo que monitorea el trabajo de la cámara Osiris y la primera persona en advertir la presencia del robot inerte en imágenes recibidas el domingo por la ESA.
«Estábamos empezando a pensar que Philae quedaría perdido para siempre. Es increíble que lo hayamos captado a último momento», dijo Patrick Martin, director de misión de la agencia espacial.
El cometa actualmente se aleja del Sol y seguirá haciéndolo en su órbita elíptica hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia.
Antes de posarse en el cometa, Rosetta seguirá tomando imágenes de alta resolución en tiempo real y hará mediciones científicas.
Los científicos en la Tierra tendrán la oportunidad de recabar más datos que sólo un encuentro cercano puede brindar.
Una vez en contacto con la superficie del cometa, cesarán las comunicaciones y las operaciones de Rosetta.
El encuentro con el cometa pondrá fin a una aventura sin precedentes en la historia de la conquista espacial, que aportó datos capaces de mejorar nuestros conocimientos sobre la aparición de la vida sobre la Tierra.
Proyectada hace más de 20 años, la misión buscaba comprender mejor el Sistema Solar desde su nacimiento, ya que se considera que los cometas son vestigios de su materia primitiva.