El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, autorizará el acceso a sus aguas territoriales a la marina de Indonesia en el caso de que estén persiguiendo a un grupo de piratas, señaló hoy durante una visita oficial en Yakarta.
«Si la persecución comienza en aguas indonesias y (los piratas) cruzan a aguas filipinas, (las autoridades) pueden proseguir y arrestarles», dijo Duterte en un acto con la comunidad filipina en la capital indonesia, reporta el diario «The Straits Times».
La piratería se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza para los líderes de la región, que alertan de la posibilidad que el Sudeste Asiático viva un crecimiento en la inseguridad marina similar al que registró Somalia.
El mandatario filipino aseguró que ya ha tratado el tema con el presidente de Indonesia, Joko Widodo, durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que concluyó ayer en Laos.
Duterte llegó anoche a Indonesia tras participar en la conferencia de la ASEAN, y está previsto se reúna a lo largo del día con Widodo para conversar sobre temas de seguridad marítima antes de regresar esta noche a su país.
El pasado marzo, Filipinas, Indonesia y Malasia acordaron establecer patrullas conjuntas en el mar de Joló, zona en la que el grupo yihadista filipino Abu Sayyaf ha secuestrado a varios marineros indonesios y malasios en los últimos meses.
Un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética fundó Abu Sayyaf en 1991 en la isla de Basilan, en el sur de Filipinas, y desde entonces se le atribuyen al grupo atentados violentos y numerosos secuestros con los que se financia.
Dos de los rehenes, los canadienses John Ridsdel y Robert Hall, fueron decapitados en abril y junio al expirar el plazo dado por el pago del rescate.
El grupo retiene al noruego Kjartan Sekkingstad, además de un japonés, nueve indonesios y cinco malasios capturados en otras operaciones.