Cuando una mujer sospecha que está embarazada el mundo se detiene. Desde el primer momento de dudas todo lo que la rodea puede ser tomado como una señal de que dentro de su cuerpo se está gestando vida y que pronto será una madre (o madre de uno más).
De golpe, se comienza a notar que hay embarazadas y bebés por todos lados: en la calle, en una plaza, en el transporte público y hasta en la televisión. Es como si el universo quisiera dejar el mensaje bien claro: «Sí, vas a ser madre«.
Sin embargo, entre el primer momento de sospecha y una efectiva visita al médico hay cientos de sensaciones que atraviesan a la mujer: temor, felicidad, noches sin dormir, ansiedad y una catarata de emociones que sólo ella puede comprender. De un tiempo a esta parte, gracias al avance de la tecnología, la potencia emocional que tiene la confirmación médica de un bebé en camino, y toda la ansiedad que ello genera, se aplacan con un paso previo: la realización de un test de embarazo.
En el mundo, el sistema más sofisticado son los tests digitales que, además de detectar el embarazo, indican cuántas semanas pasaron desde la concepción, todo a través de la medición de la hormona Gonadotrofina coriónica humana (HCG), presente en la orina de 7 a 10 días después de la fecundación.Utilizada también en los análisis sanguíneos, esta hormona es el marcador más específico y ampliamente utilizado a nivel internacional para la detección del embarazo. El Laboratorio ELEA, desarollador de Evatest, uno de las pruebas de gravidez de venta libre más utilizados en Argentina, introdujo este sistema de detección precoz con tecnología digital que permite conocer el tiempo estimado de gestación.
Estos dispositivos, ya disponibles a la venta, imposibilitan que se haga una interpretación equivocada del resultado porque un minuto después de testeada la orina en la pantalla LCD, en lugar de símbolos o las famosas «rayitas», aparece un texto que indica «Embarazada» o «No Embarazada» (con una exactitud de 99%), facilitando la lectura y evitando dudas. Tres minutos después de la prueba, la pantalla además informa aproximadamente las semanas que lleva el embarazo -de una a dos semanas, de dos a tres o más de tres, con 92% de precisión.
Esto permite hacer una aproximación más justa y tener mayor certeza de los cambios del crecimiento y desarrollo del bebé y de la fecha probable de parto. Una vez arrojado el resultado, la pantalla seguirá encendida por las siguientes 24 horas hasta que se consuma la batería.»Para las parejas que se encuentran en la búsqueda de embarazo, disponer de test sencillos, confiables, que puedan realizar en la intimidad del hogar y de fácil lectura es muy importante; de esta forma se ponen en contacto rápidamente con el sistema de salud y continúan con los controles correspondientes. Asimismo, si el test brinda información precisa de cuando ocurrió el embarazo, permite al médico ajustar mejor la información», señaló el doctor Felipe Jofre, jefe del servicio de ginecología del Hospital Rivadavia y subjefe del servicio de ginecología del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
El doctor Jofre detalló que en el Hospital Rivadavia se están estudiando las mediciones del test, comparándolas y siguiéndolos con ecografías, y que puede notarse un co-relato entre ambos resultados. Además, explicó que cuando el test muestra un embarazo de dos a tres semanas en realidad son cuatro a cinco en términos médicos.
«Los médicos contamos a partir de la gestación y esto lo toma a partir de la fecundación», explicó. Y agregó: «Esto es un dato muy importante porque nos brinda la tranquilidad para hacerle una ecografía sabiendo que algo voy a poder ver. Porque a veces no se ve nada entonces la paciente duda si está embarazada o si lo perdió. En general cuando llega una paciente con un test-positivo esperamos 2 semanas y hacemos una ecografía por precaución. Pero este dato nos facilita a los médicos la posibilidad de tener una mejor comunicación con el paciente».Los beneficios de esta nueva tecnología impactan por un lado en el aspecto médico porque aporta al profesional una mejor claridad del panorama en el momento que la mujer acude al consultorio para evitar preocupar, ilusionar o confundir a la futura madre. Por este motivo también impactan en el aspecto psicológico de la mujer que sospecha estar embarazada (y en muchos casos también en su pareja) porque despeja con exactitud dos de las preguntas más importantes en ese momento: «¿Estoy embarazada?» y, si la respuesta es sí, «¿De cuánto estoy?».
Esta reconfirmación deja la tranquilidad de que el resultado es confiable y no se presta a falsas interpretaciones como sucede con los test que muestran una o dos «rayitas» o un signo positivo o negativo.