Hillary Clinton y Donald Trump se enfrentarán solos en el primer debate televisado de cara a la elección presidencial en Estados Unidos, ya que el candidato libertario, Gary Johnson, no logró alcanzar el umbral de 15% de intenciones de voto requerido para ser invitado.
La comisión independiente que organiza los tres debates presidenciales y el debate de los candidatos a vicepresidente anunció este viernes que solo la candidata demócrata y el republicano estarían invitados al debate del 26 de septiembre en la universidad de Hofstra, cerca de Nueva York.
Según la media obtenida a partir de cinco sondeos elegidos, un 43% del electorado votará por la demócrata Clinton y un 40,4% lo hará por el republicano Trump, seguidos de lejos por Gary Johnson (8,4%), del Partido Libertario, y por la candidata ecologista Jill Stein (3,2%).
Johnson esperaba alcanzar el umbral del 15% para poder beneficiarse de la importante audiencia que suelen tener estos debates. En 2012, 46,2 millones de hogares estadounidenses miraron el primer debate entre el presidente Barack Obama y el entonces candidato republicano, Mitt Romney, según datos de Nielsen.
Con la presencia de Donald Trump este año, ese récord podría superarse.
La comisión «puede burlarse de una fórmula que ‘solo’ recauda el 9 ó 10% en sus encuestas seleccionadas a mano, pero incluso un 9% representa 13 millones de votantes, más que la población total de Ohio y de muchos otros estados» del país, reaccionó Johnson en un comunicado.
«Y aun así, los republicanos y los demócratas deciden silenciar al candidato preferido de esos millones de estadounidenses», añadió.
Los debates se celebrarán el 26 de septiembre y el 9 y 19 de octubre. Los compañeros de fórmula de Clinton y Trump, Tim Kaine y Mike Pence, respectivamente, se verán las caras en una única ocasión, el 4 de octubre, para la que también fueron los únicos clasificados.
La comisión anunciará más adelante los nombres de los clasificados para los debates presidenciales de octubre.