Diosa del Agua viajó desde Brasil, ha pasado por México y pretende recorrer toda Centroamérica.
Elaina Ferreira Silva, de 25 años, nació en una comunidad de Brasil y entre sus experiencias personales narró que fue microempresaria, aunque con la ayuda de un amigo chileno aprendió el arte de convertirse en estatua viviente.
Al poco tiempo de prepararse decidió viajar, solo con una pequeña maleta para guardar sus principales accesorios y así llevar el mensaje de las dificultades que se han dado y se avizoran por la falta del vital líquido en el mundo.
Varias ciudades de México visitó el año pasado y los primeros meses de 2016. Tan solo hace tres meses llegó a Guatemala para compartir ese mensaje.
El Paseo de la Sexta es el punto donde presenta su actuación de estatua viviente. Aseguró que trabaja de lunes a domingo, y su principales accesorios son dos jarrones de barro blancos, una caja de madera, que utiliza para pararse, su vestimenta de satín (blanco) y su rótulo que la identifica como «Diosa del Agua«.
Al subir a su caja de madera, que es cubierta también por una manta blanca, su cuerpo permanece sin movimiento y es hasta que una persona deja caer una moneda en uno de los jarrones que se mueve como gesto de agradecimiento. Ese es el espacio que aprovecha para relajarse.
Yo podría hablar mucho de la problemática del agua, pero en resumen lo que trato de compartir es una pequeña frase: el agua es la sangre de la tierra. Ese es el mensaje que trato de trasmitir cuando practico el arte del movimiento, expresó Elaina Ferreira Silva.
Durante un descanso, obligado por la lluvia, ella comunicó que Panajachel, Sololá; Cobán, Alta Verapaz, y Antigua Guatemala, Sacatepéquez, son otros de los lugares que ha frecuentado para llevar su mensaje.
La Sexta es mi pasión. Es tranquila y todas las personas son muy amables, todos los días hay gente, eso me ayuda porque más personas me observan y pueden llevarse el recado del agua para mí la calle es el mejor medio para transmitir la información porque está todo el público, agregó.
Cuenta que a diferencia de Guatemala y otras ciudades, en México hay muchas leyes y normas que la limitan para hacer su trabajo, pero aseguró que las personas son amables y respetuosas.
Trato la manera de acercarme a los niños porque ellos son el futuro, aseveró mientras retocaba su rostro con maquillaje blanco.
Concluyó: Mi aventura comenzó gracias al espíritu aventurero que todos tenemos, principalmente los brasileños desde la época de la conquista pero se incrementó cuando aprendí el arte de estatua viviente.
Su próximo viaje es por el resto de países de Centroamérica con destino a Panamá y Colombia, y luego desea regresar a Brasil.
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