Durante años, sus padres colgaron en las redes sociales entrañables fotos de familia con su hija. Imágenes como esta, en el orinal. O desnuda en la bañera, O dando sus primeros pasos.
Así hasta 500 fotografías.
Pero ahora la niña ha cumplido 18 años y acaba de denunciar a sus padres por violar su intimidad sin su consentimiento.
Con esas fotos cada momento privado se convirtió en algo público, argumenta la joven austríaca en su denuncia. Son, para ella, imágenes de momentos sensibles de su vida. Imágenes que no quiere que se asocien con ella. Ni ahora ni nunca más. No quiere que, cuando vaya a buscar trabajo, el director de Recursos Humanos que la entreviste haya encontrado en las redes esas tiernas fotografías de la infancia.
La joven primero les pidió a sus padres que retiraran las imágenes de su cuenta de Facebook, pero ellos se negaron. Con lo que se ha decidido a denunciarlos.
En noviembre el caso llegará a los tribunales, y conoceremos qué decide entonces el juez, y si condena a los padres no sólo a retirar las imágenes sino a pagar una multa.
En Francia los padres pueden ser sancionados con una multa de 45.000 euros y ser condenados a un año de prisión si las fotografías que publican sobre sus hijos en las redes sociales son íntimas y violan su derecho a la privacidad. Los expertos alertan de que en los próximos años podría llegar un aluvión de denuncias de jóvenes cuyos padres están compartiendo imágenes momentos íntimos en internet.
¿Violan esas imágenes la intimidad de la chica? ¿Tienen los padres derecho a compartir fotografías de sus hijos menores? ¿Debemos respetar su intimidad?
Hace un par de semanas conmocionaron a la red las imágenes de otra menor. La madre de Ryleigh Payton, de 15 años, la fotografió en coma etílico, en la cama del hospital, tras una borrachera que la tuvo 14 horas inconsciente. La mujer subió la fotografía a Facebook y se hizo viral en pocas horas.
¿Qué derecho tenía la madre a humillar así a su hija? La mujer explicó que quería advertir a otros padres sobre los peligros del alcohol y evitar que a otros jóvenes les suceda lo que a su hija.
Pero, atención a las consecuencias:
* ¿Cómo reaccionarán los compañeros del instituto? Quizá algunos se burlen de ella y la acosen durante mucho tiempo.