La Asamblea General de la ONU abrió este martes con llamados a poner fin a la guerra en Siria, mientras Estados Unidos y Rusia se reunieron con un grupo de países con ese mismo objetivo y afirmaban que el cece al fuego «no está muerto».
«Hago un llamado a todos aquellos que tienen influencia para alcanzar el fin de los combates y el inicio de las negociaciones», pidió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al aludir a una quebrantada tregua en el terreno.
Poco después, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, sostuvo que el cese al fuego en Siria «no está muerto».
«El cese del fuego no está muerto», insistió Kerry, un día después de que tropas del ejército sirio declararon finalizada la tregua de una semana y realizaron nuevos bombardeos a posiciones rebeldes.
Las declaraciones se produjeron tras el breve y tenso encuentro de las 23 naciones del grupo internacional, bajo la presidencia de Kerry y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, al margen de la Asamblea General de la ONU.
«Ambiente pesado»
El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, señaló que aún hay esperanzas de revivir el cese de hostilidades.
No obstante, admitió que todos los delegados en la reunión estaban de acuerdo en que la tregua se encuentra en peligro.
«El sentimiento general es que nadie quiere renunciar a todo esto», dijo el ministro británico de relaciones exteriores, Boris Johnson.
Por su parte, el canciller francés, Jean-Marc Ayrault, coincidió en que la reunión fue tensa pero señaló que otros países deberán ahora ayudar a Moscú y Washington a superar sus diferencias.
«Fue una reunión bastante dramática, había un ambiente pesado. Hay esperanzas. No puedo responder ahora, pero haremos todo lo que podamos», dijo.
En la visión de Ayrault, «la negociación entre Estados Unidos y Rusia llegó a su límite. Hay mucho que aún no ha sido dicho. Pero rusos y estadounidense no pueden hacer todo esto solos».
El presidente brasileño Michel Temer, que se estrenó en el escenario de la ONU tras la destitución de su antecesora Dilma Rousseff, dijo que «es urgente alcanzar una solución política» en Siria, cuyo conflicto ya deja 300.000 muertos y ha generado un éxodo de 4,8 millones de personas en busca de refugio.
También pidió a las partes en conflicto que respeten los acuerdos y aseguren el acceso humanitario a la población civil.
«La guerra en Siria sigue siendo fuente de enorme sufrimiento y las mujeres y los niños son sus principales víctimas», detalló.
Atentado «salvaje»
Ban criticó a los «gobiernos que han pasado por alto, facilitado, financiado o participado en atrocidades perpetradas por todas las partes de Siria contra civiles sirios».
También calificó de «salvaje» el atentado el lunes contra un convoy de ayuda humanitaria de la Media Luna Roja siria y de la ONU, al que citó como «último ejemplo» de esas atrocidades.
Unos 20 civiles y un miembro del personal de la Media Luna Roja siria murieron durante el ataque mientras descargaban camiones de ayuda humanitaria, según la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Moscú y el ejército sirio negaron haber perpetrado el ataque, que se produjo tras el fin de una frágil tregua.