Los recientes hechos de violencia, la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y las protestas contra las medidas del gobierno de Michel Temer marcan estos comicios.
Más de 114 millones de brasileños están convocados para asistir a las urnas este domingo con el fin de elegir alcaldes y concejales en las elecciones regionales, que transcurrirán en medio del descontento popular por las medidas del gobierno de Michel Temer que afectan a la clase trabajadora.
Los recientes hechos de violencia han caracterizado además el escenario previo a los comicios, donde serán electos cinco mil 568 alcaldes y 310 mil 62 concejales.
Al menos 20 candidatos a alcaldes y concejales fueron asesinados en Brasil desde junio, informó el ministro de Defensa, Raúl Jungmann.
Esta semana se registraron tres atentados, el candidato a alcalde del municipio brasileño de Itumbiara José Gomes da Rocha, estado de Goiás, fue asesinado por un hombre, empleado municipal, que disparó varios tiros contra la camioneta que llevaba al dirigente. Además, mató al guardaespaldas e hirió en el abdomen al vicegobernador de Goiás, José Eliton.
El gobierno anunció que movilizará 25.000 militares para ayudar a custodiar los locales de votación. El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Gilmar Mendes, afirmó que las autoridades tienen preocupación por el alto grado de violencia.
Acerca de los sondeos, que indican una derrota electoral del Partido de los Trabajadores (PT) en ciudades donde anteriormente las intenciones de voto estaban a su favor, el presidente nacional del de Brasil, Rui Falcao, aseguró este viernes que como siempre sucede, esa fuerza política crece en la recta final de las campañas electorales.
Este año la situación es más difícil ante todos los ataques lanzados contra el PT y que incluyeron, en las últimas semanas, la prisión innecesaria de dos exministros petistas, admitió Falcao en declaraciones hechas durante el último acto del candidato a la reelección como alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad.