La seguridad en un campo federal de prisioneros en Beaumont, Texas, era tan laxa que cuatro reos escaparon dejando maniquíes en sus camas.
Haciendo que otros reos se hicieran pasar por ellos; así lo informó el organismo de control interno del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
¡No es broma!?♀️ Cuatro reos escaparon.https://t.co/b8Fgefh1ji
— Excélsior (@Excelsior) June 7, 2021
El inspector general Michael Horowitz dijo que hay una amplia gama de fallas de seguridad en los campos de prisioneros y campus satélites de la Oficina de Prisiones.
Desde dejar puertas abiertas o usar cerraduras susceptibles de manipulación, hasta cercas limitadas o carecer de suficiente videovigilancia.
Las instalaciones suelen albergar a reos considerados de bajo riesgo, como los condenados por delitos menores relacionados con las drogas o delitos de cuello blanco.
Algunos reos han logrado escapar del lugar o ingresar contrabando, afirmó Horowitz.
En un memorando sobre seguridad en las prisiones federales, Horowitz describió la fuga de cuatro reclusos del sitio de Beaumont.
Vigilancia deficiente
Dijo que los reclusos lograron escapar durante más de 12 horas colocando maniquíes en sus camas para que pareciera que estaban en sus celdas o haciendo que otros reclusos se hicieran pasar por ellos.
#INTERNACIONAL Reos en Texas escapan dejando maniquíes en sus camas https://t.co/7kKsIVW0Eq
— PALCO NOTICIAS (@PALCONOTICIAS) June 7, 2021
El subterfugio tuvo éxito a pesar de que los guardias hicieron tres recuentos durante la noche.
El informe no identificó a los reclusos ni especificó la fecha del incidente ni cuántos maniquíes se utilizaron.
La desaparición de los cuatro hombres se descubrió más tarde durante un recuento matutino, según el memo.
Dos de los cuatro aparentemente abandonaron la prisión para obtener alguna forma de contrabando, agregó el texto.
Descubrimos que las puertas exteriores de los edificios separados dentro del campo de prisioneros satélite del FCC (Complejo Correccional Federal) Beaumont no estaban aseguradas, ya que estaban desbloqueadas, no había personal operándolas, no estaban equipadas con cámaras de vigilancia y tenían alarmas que no funcionaban o alarmas que podían ser manipulado por los presos», dijo Horowitz.
Las brechas en la seguridad en los campos de prisioneros federales y los campos de prisioneros satélites presentan el riesgo de que los reclusos escapen y, si regresan, introduzcan contrabando en las instalaciones sin ser detectados, lo que pone en peligro a la comunidad», agregó.