Chiara Páez tenía 14 años recién cumplidos y un embarazo de 2 meses cuando el 10 de mayo de 2015 su novio la mató a golpes y la enterró en el patio de la casa de su abuelo en Santa Fe, Argentina.
Durante todo un día la buscó el pueblo entero, mientras él comía un asado con su familia a metros del lugar en donde había ocultado su cuerpo.
A seis años del femicidio de Chiara, el único condenado por el crimen todavía no tiene sentencia firme.
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“Los únicos que tenemos perpetua somos nosotros”, dijo su mamá, Verónica Camargo, en diálogo con TN.com.ar., y se lamentó: “Yo a Chiara de por vida no la voy a tener”.
La Justicia condenó a Manuel Mansilla, que cuando asesinó a Chiara tenía dos años más que ella; a la pena de 21 años y 6 meses de prisión.
En cambio, en relación al rol que cumplieron la madre del chico y su pareja, Carolina Gallegos y Carlos Cerrato; consideraron que para ellos aplicaba la figura de la “excusa absolutoria” ya que, por ser familiares del imputado, no pueden ser castigados por haberlo ayudado o encubrir el crimen.
“Los dejaron libres y eso duele, porque sabemos que él solo no pudo hacerle todo lo que le hizo”; remarcó la mamá de Chiara.
Por otro lado, en el caso de Manuel, quedó probado que sabía del embarazo de su novia cuando la mató y en ningún momento desde entonces mostró arrepentimiento por ello.
La búsqueda y autopsia de Chiara Páez
Más de 300 vecinos del pueblo se sumaron aquel domingo hace seis años a los rastrillajes que hacía la policía para encontrar a Chiara durante las horas que estuvo desaparecida; pero ella nunca había salido de la casa de su novio.
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La autopsia confirmó que Chiara tenía golpes en su cuerpo y también determinó que la víctima había tomado un antiinflamatorio usado para abortar. Cursaba un embarazo de ocho semanas su madre sabía; pero la familia de su novio no quería que continuara.
Mientras espera la resolución de la Corte, Verónica solo confía en que no reduzcan la condena. “La prueba es más que concreta”, asegura.
“Chiara fue asesinada cruelmente, su asesino confesó y la enterró en su propia casa”. Pese a todo; todavía no hay una sentencia firme para él.
Por Crónica