Era cuestión de tiempo para que la industria cinematográfica se fijara en Robbie Williams, un artista que ha protagonizado tantos escándalos como regresos triunfales; para continuar explotando el rentable negocio de biopics inspirados en estrellas de la música, a los que en breve se sumarán las películas sobre Elvis Presley, Boy George o Aretha Franklin.
En el caso del británico Robbie Williams, se ha confirmado que el filme se titulará “Better man” y correrá a cargo del director Michael Gracey, responsable del musical “The greatest showman”. También se sabe que incluirá los temas más famosos del cantante, como la balada romántica “Angels”, pero el gran misterio hasta ahora era sobre en qué joven actor recaería la responsabilidad de dar vida al antiguo componente de Take That.
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Taron Egerton y Rami Malek encontraron los papeles de sus vidas interpretando a Elton John y Freddie Mercury respectivamente, pero parece que el famoso artista ha tomado la decisión de no permitir que sea otra persona quien cuente su vida en la pantalla grande. Según ha confirmado el propio Gracey en declaraciones al periódico Daily Mail, la versión ficticia de Robbie Williams “será interpretada y controlada por Robbie Williams“.
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En sus propias palabras, todo el proyecto se puede definir como una especie de “sueño febril” que contará con una banda sonora con los grandes éxitos del músico de 47 años, pero “recontextualizados” y grabados de nuevo en el estudio.
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Conocer a su mujer, Ayda Field, le salvó la vida
Robbie Williams considera que su vida mantiene ciertos paralelismos con la de su amigo George Michel, que murió el día de Navidad de 2016. Al preguntarle si la muerte de Michael le hizo replantearse su vida no dudó en afirmar:
“Ha sido una montaña rusa muy similar. Y echo de menos a George, desearía que estuviera aquí. 2016 fue un año terrible en el que desaparecieron héroes de todos. Te das cuenta de que no eres inmortal. Así que de ahora en adelante me cuidaré mucho más”.
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Además de estas confesiones, ya son sobradamente conocidos otros demonios del cantante, entre ellos el alcohol –aunque Williams asegura que lleva más de 20 años sobrio y que los ha superado tras varios procesos de rehabilitación–, la ansiedad y el pánico escénico. El cantante ha dicho en más de una ocasión que conocer a su mujer, la actriz Ayda Field, le salvó la vida.
Por La Vanguardia
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