El presidente de Bolivia, Luis Arce, le insistió este martes a la Academia Nacional de Policía (Anapol), de que “no debe volver a ocurrir” lo que sucedió el año pasado, cuando policías se amotinaron y provocaron la renuncia del presidente Evo Morales.
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El pronunciamiento se realizó durante el acto de los nuevos egresados de la Anapol. El mandatario boliviano reflexionó en que “nunca más se debe dar la espalda al pueblo boliviano porque a ellos nos debemos, de ellos venimos. Ningún árbol sobrevive sin raíces, ningún ser humano sobrevive lejos de su pueblo, por eso nunca deben olvidar sus raíces, de dónde vienen".
Arce se refirió específicamente a la ola de motines policiales del 2019, que se sumó a protestas urbanas y a una suerte de emplazamiento militar para forzar la renuncia de Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS) para imponer un Gobierno de facto que presidió Jeanine Áñez, quien actualmente es investigada por presunta corrupción.
"Asumir el compromiso de servir al país desde la Policía Boliviana es una tarea de alta responsabilidad, que implica disciplina, institucionalidad, dignidad, respeto a los derechos de todas y todos los bolivianas y sobre todo a la Constitución Política del Estado"
— Luis Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) December 1, 2020
Generales de la fuerza pública
En noviembre de 2019, el motín policial se sumó a las protestas cívicas, la presión de las Fuerzas Armadas contra Morales y un polémico informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que alimentó el discurso del fraude electoral.
Tras su embestidura, Luis Arce relevó al alto mando policial pocos días después de tomar el Gobierno y puso como comandante nacional a un coronel, Jhonny Aguilera, forzando el retiro de todos los generales de la fuerza pública.