Respondiendo a llamadas y quejas de la población, la Policía Nacional ejecuta una redada de borrachitos que en distintos puntos de la ciudad de Ocotal alteran el orden público y deslucen el entorno causando malestar entre los habitantes.
Los tomadores habituales fueron conducidos a la delegación policial de la cabecera departamental como parte de un plan preventivo de las autoridades policiales que además de reducir las alteraciones al orden público pretende reinsertarlos socialmente.
El comisionado Javier Martínez, segundo jefe policial en el departamento de Nueva Segovia, dijo que el plan se realiza principalmente en sitios donde los tomadores se conglomeran sin importar hora del día, causando zozobra a las familias.
Mencionó que como parte del plan preventivo la institución realizará coordinaciones con el Ministerio de Salud, Alcohólicos Anónimos, las iglesias evangélicas y católicas con el fin de buscar alternativas para la recuperación de estas personas que por propia voluntad no pueden alejarse del vicio del alcohol, al punto de dejar trabajo y familia.
Los tomadores consuetudinarios en su mayoría son personas de avanzada edad que por alguna razón, buscan un refugio en la bebida para alejarse de sus problemas y con ello convirtiéndose en un problema de salud pública con el que la sociedad y las autoridades tienen que lidiar.
Los borrachitos, pese a su estado de ebriedad, adujeron que la medida tomada por la Policía Nacional es buena, pues ellos lo que más desean es recuperarse para no sufrir el desprecio de la sociedad y en el peor de los casos de sus familias.